¿Qué es y qué no es la dolarización?

Concluyamos entonces que la dolarización sí es una camisa de fuerza impuesta a los gobiernos...

La dolarización es un régimen monetario. No es una panacea, pero no necesita rescates o protección especial. Sí demanda probidad fiscal para el mantenimiento de una sana economía. Ha probado ser un cordón sanitario contra la posibilidad de que el Ecuador corra la suerte de Argentina o Venezuela. La moneda fuerte no causa la falta de competitividad; si así fuera la moneda débil sería el antídoto requerido para lograr la prosperidad. La dolarización prescinde de un Banco Central de emisión y reserva pues la gente es dueña de los dólares y, en ese sentido, el sistema es participativo y democrático. No hay tipificación de delito alguno por poseer dólares bien habidos, y no hay impuestos vinculados a las transacciones en dólares.

La Constitución vigente prohíbe el “corralito” de los depósitos, que es el único camino para desdolarizar y, si aquello ocurriere, quien lo haga habrá perpetrado el robo más grande contra los ecuatorianos. Concluyamos entonces que la dolarización sí es una camisa de fuerza impuesta a los gobiernos por la sociedad civil y que por ello ningún aventurero podrá, durante la vigencia del esquema, fijar el valor del dólar a su antojo como lo haría con la moneda local.