Columnas

Política y ‘show’

Actualmente las mafias políticas han llevado la política a su fracaso y al estiércol como medio del ‘show’ y sus comparsas.

La política es pensamiento y acción (praxis) total y dinámica de la libertad, individual y social. No es divertimento, ideología ni lenguaje de farsantes y demagogos. Vive y se reproduce en el ámbito social y humano. Así la definen Aristóteles, Maquiavelo, Montesquieu, Sartori, Bobbio o Arendt. Sin embargo, en el país de Estado y ciudadanía fallidos la han pervertido mafiosos, volviéndola farsa y comedia. Hoy políticos, organizaciones, líderes y activistas la han convertido en bazofia y estiércol.

El ‘show’ nació en 1930-40 y los ‘realities’ (1948) como parte de la vida artística y farandulera. El populismo los trasladó a la política. Los tiempos preelectorales y electorales las tienen desde 1990 al presente. Como ‘show’ y ‘reality’ de comedia bufonesca es una perversa y continua maldición apocalíptica. El ejemplo: la Asamblea y gobiernos locales, ministerios, etc. En el país la izquierda, derecha, centro, los apolíticos, etc. la usan así en todo momento.

El ‘coktail’ y libreto del ‘show’ es conocido: frases trilladas, ‘slogans’, regalos, artistas, payasos, música, comida, etc. son parte del accionar de políticos mafiosos que destruyen la democracia y sus instituciones. Todos (hombres y mujeres) no esconden su alta ignorancia de la cosa pública. Se promueven como “figuras” (?) para “representarnos”. Es un grupo de farsantes, actores, demagogos y manipuladores que al igual que la jauría de asambleístas, buscan los gobiernos locales para saquearlos. Abiertos y camuflados son: mafiosos prontuariados, sentenciados con grillete, ladrones con glosas de Contraloría, deudores de pensiones alimenticias, etc. Se mueven y actúan con descarado cinismo pues el marqueteo político les crea el camuflaje.

La pobreza y miseria política del país reduce la política a negocio electoral, motín de mafias en medio del burdo ‘reality show’, con memes elaborados para “venderlos”. Es resultado de la incapacidad y el analfabetismo de partidos y políticos. Por eso hoy “La política como espectáculo es peligrosa para la democracia” (Samaniego, 1978). La destruye y junto a esta a la ciudadanía e instituciones que la legitiman. Actualmente las mafias políticas han llevado la política a su fracaso y al estiércol como medio del ‘show’ y sus comparsas.