Premium

Candidatos ineptos y tarea alfabetizadora

Avatar del Willington Paredes

Pero las universidades están ausentes de las realidades sociales y humanas y los candidatos no conocen las provincias y urbes en las que viven ellos y sus votantes.

Otra vez aparecerán en la escena pública una fauna de candidatos ignorantes, ineptos, mequetrefes, etc. Las próximas elecciones seccionales serán otra vez causa y razón de otra farsa y bufonesca de payasos, demagogos, saltimbanquis, talentos de TV, improvisados de toda laya que fungen de políticos. Es una zoología de farsantes políticos, obra de los dueños de partidos, organizaciones ideológicas y políticas mafiosas. Es guion repetido, culebrón cansino con la misma actuación, con mal libreto y actores-actrices pésimos. Son los candidatos en quienes los marqueteros “improvisan preparación” para hacerlos presentables y digeribles. Sin embargo no dejarán de hablar sandeces, tonterías y frases sin sentido. Tendremos otra vez el mismo telón de fondo: rifas, ‘shows’, bingos gratuitos, regalos y cantantes invitados. Y cuanto más puedan inventar, para atrapar la candidez y debilidad ciudadana con los mismos engaños de siempre: mentiras y más promesas. Expondrán “programas” (¿?) y ofertas demagógicas. Darán de todo: comida gratis, médico y medicina en casa, televisión de cable gratuito, agua, electricidad, teléfono, discotecas y hasta placeres ocultos. Esto se repite siempre y lo sabe la memoria popular. Lo de fondo y esencial no será presentado. Todos leen la ciudad de manera homogénea y plana, aunque sea diversa. Ecuador es heterogéneo hasta en lo inverosímil. No podemos trazar una línea horizontal en cualquier mapa provincial, cantonal y en la topografía urbana sin dejar de encontrar diferencias. Los cantones y ciudades son distintos. Pero esto no lo saben los candidatos porque su ignorancia llega a los rascacielos. En esa diversidad destacan lo central que requieren: planificación, rediseño, objetivos claros, manejo honrado de rentas, ofertas reales con transparencia y ética. Antes de la campaña sería bueno que las universidades salgan del letargo, los alfabeticen (el pueblo dice desasnen), los obliguen a un curso elemental de comprensión de lo que es una provincia, urbe, qué requieren y demandan hoy. Necesitan 10 o 15 conferencistas y no más de un curso. Pero las universidades están ausentes de las realidades sociales y humanas y los candidatos no conocen las provincias y urbes en las que viven ellos y sus votantes.