Columnas

Acciones subversivas

Constituye subversión las acciones, de cualquier tipo, contra un gobierno legalmente constituido, su población y las fuerzas del orden, con el fin de tomarse el poder e implantar un sistema diferente. Como subversivos se califican aquellos movimientos, grupos, personas e ideas, que pretenden derrocar las estructuras de autoridad e invertir los valores y principios que fundamentan el sistema o régimen.

Caso típico fueron los hechos vandálicos y delictivos que disfrazados de “protesta social” se perpetraron en octubre de 2019. Nótese la diferencia entre los vándalos subversivos de los manifestantes de la protesta social.

La desestabilización con acciones subversivas, con sedición y terrorismo, es usual en los países no afines con la ideología del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla. En los países de regímenes socialistas, comunistas, progresistas o del socialismo del siglo XXI, no existe subversión ni terrorismo, porque no existen las libertades ni el derecho; por el contrario, hay opresión, autoritarismo y dictadura. Caso patético, lo que acontece en Venezuela.

La subversión se da en forma directa o disfrazada, por personas, autoridades o comisiones que dicen defender el derecho constitucional o los derechos humanos, pero en realidad defienden intereses de grupos ideológicos y políticos.

Es un absurdo sociológico y jurídico analizar parcializadamente un hecho histórico, sin condenar el saqueo e incendio a la Contraloría, destrucción de bienes públicos y privados, sitiar a ciudades y dejarlas sin suministro de alimentos ni agua potable, la toma y paralización de pozos petroleros, ataque y secuestro de periodistas y miembros de la fuerza pública y demás actos sediciosos y terroristas.

El informe sesgado, diminuto y parcializado de la asonada de octubre presentado por la Defensoría del Pueblo, responde a criterios e intereses de los protagonistas y es consecuencia de la constante actuación ideológica parcializada de un funcionario público que, a todas luces, pretende desprestigiar el orden constituido, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Paremos esta doble moral.