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Un país de memoria corta

Esto no empezó hace 4 o 14 años. Tal vez solo termine cuando miremos bien nuestra historia, la de un país que no deja de ser hacienda

Dicen que somos un país de memoria corta. No se equivocan, pero ya no se lo puedo increpar con la misma fuerza a la nación. Podemos culpar al paso imparable de la modernidad por este mal que nos aqueja. El mundo de los noticieros que viven de fabricar la noticia, de las redes que nos remueven de la realidad y de la pérdida de la tradición y la memoria colectiva con la atomización. Pero esta modernidad ha invadido al mundo entero y no todos los países se encuentran tan a la deriva. Algo tiene el Ecuador.

Buscando la raíz del problema a través de nuestra historia, la historia misma parece ser la causa. Y es que es fácil perder interés en el hilo del tiempo cuando el pasado, el presente y el futuro parecen una constante peregrinación por el Purgatorio, sin principio ni fin, interrumpida más por tragedias sangrientas y obscenas, como la reciente masacre, que por pequeñas victorias deportivas. Fuera de los reclamos nostálgicos por los tiempos de las clases de lógica y el fuete o alguna otra nimiedad, es imposible encontrar al ecuatoriano que sinceramente extrañe un mejor momento nacional. No tenemos una edad de oro, ni siquiera inventada, a la que volver nuestras miradas con admiración. Lo que es peor aún, no tenemos un horizonte a la vista para conquistar. La tan cacareada segunda independencia, la modernización y el desarrollo son espejismos, como las promesas de la llegada de cada nuevo gobierno son cantos de sirena. No tuvimos una etapa industrial, no construimos un Estado del bienestar y la integración sigue siendo pospuesta. No somos los únicos así en el mundo, ni los más sufridos, pero eso no puede ser nuestro consuelo.

Así, la memoria corta es un refugio, la incredulidad de que cada semana que pasa esté plagada de nuevos escándalos, sin que parezcan cambiar mucho las cosas. Pero esto no es vida para el país. ¿Cómo escapar del refugio y cambiar el rumbo de la historia? Primero sincerémonos. Esto no empezó hace 4 o 14 años. Tal vez solo termine cuando miremos bien nuestra historia, la de un país que no deja de ser hacienda.