Columnas

El deporte, que tanto nos une

"Lo que me parece inverosímil, es que tenga que haber un accidente de esta naturaleza para que el tema lo vuelvan a poner por un tiempo sobre el tapete"

El peleador ecuatoriano Chito Vera ganó recientemente un combate muy esperado y comentado, y lo primero que hizo fue arroparse con una bandera de Ecuador.

Hace un par de semanas, atropellaron y mataron a Santiago Jaramillo, quien practicaba ciclismo en la vía Samborondón. Un par de años atrás, en condiciones similares, murió la ciclista María Belén Morejón... y esos no han sido los únicos accidentes sufridos por deportistas que corren o ruedan en bicicleta.

Los que me conocen, saben que soy corredor desde hace más de 20 años. Y he vivido corriendo en las calles de la ciudad, esquivando autos y respirando CO2. Pero allí he seguido (alguna vez, mientras corría, me golpeó un auto que no respetó una luz roja). Los que me conocen mejor, saben que mis tiempos de maratón no eran tan malos. Y ya el que me conoce más, y tiene ya más detalles, pudiera incluso cuestionarme el no haber llegado a la meta de alguna de mis carreras (maratones o ultramaratones) arropado con una bandera ecuatoriana.

Pero siempre he pensado que esa decisión es muy personal, y nunca lo he hecho. No solo no lo he hecho, sino que me he negado a hacerlo, incluso cuando alguien me lo sugirió algún día.

Aclaro que este no es un tema sencillo. Tenemos opiniones encontradas respecto a esto con algunos de mis compañeros del asfalto. Uno de ellos, buen amigo mío, ganó la ultramaratón de Malasia (160 km) y llegó con la bandera. Bien por él (había llegado segundo, rompiendo el récord de los 320 km en Lake Tahoe un par de años antes y también la desplegó). Y soy consciente de que esta discusión no está del todo terminada... pero esta es la discusión que no importa.

La conversación que debemos tener permanentemente es que (salvo accidentes, que ocurren) esto no debería pasar... simple y llanamente, no debería pasar. Pocas cosas nos unen tanto a los ecuatorianos como el deporte. Seamos coherentes entonces.

Luego de la muerte de Belén, hubo algo de reacción; sin embargo, como suele suceder en este país, las cosas no cambiaron como era de esperarse. Y lo que me parece inverosímil, es que tenga que haber un accidente de esta naturaleza para que el tema lo vuelvan a poner por un tiempo sobre el tapete.

Sin embargo, somos lo que somos, y en este país lo único que importa es el fútbol. A pesar de que las glorias deportivas de Ecuador jamás han llegado por ese lado.

Mis pensamientos y mis plegarias -y mis miedos- se unen a la familia de Santiago. Esto no debió haber pasado.

Yo respeto rotundamente -y con furia- al que se arropa con la bandera para cruzar una meta, o al alcanzar un logro. Lo aplaudo. Pero, como dije, es una decisión personal, y ese no soy yo. Este país no ha hecho (casi) nada por mi deporte, y creo que, en buena medida, mis colegas ciclistas pueden decir lo mismo en lo que a ellos atañe (¿no lo dijo Richard Carapaz?), así que -para bien o para mal- mientras las cosas no cambien, mis logros deportivos son solamente míos.

Si no estás de acuerdo, no pasa nada... pero antes de criticar con furor, anda y corre la maratón de San Francisco, llega 6to en tu categoría -en el ‘top 30’- y cruza la meta arropado con todas las banderas que quieras.