Veto parcial
La mano firme del veto total era la primera decisión correcta para defender y proteger a los pequeños por nacer
Está escrito en la santa y vigente Ley de Dios no matarás y es un principio escrito en la conciencia que no se puede negociar. Los poderosos y magnates del mundo, como el antiguo faraón opresor que ordenó lanzar al río Nilo a los recién nacidos de los israelitas que se multiplicaban con el favor de Dios, ordenan hoy control natal en los países pobres para frenar su crecimiento, con anticoncepción, esterilización y aborto. Oprimir y saquear sus riquezas naturales, con la ayuda de los colaboracionistas de siempre. Si está en nuestras manos intervenir para salvar millares de vidas de seres humanos pequeños e inocentes en el seno materno, no tiene sentido elegir el mal menor del veto parcial si podemos detener significativamente el mal mayor con un veto total. ¿Qué hace el médico ante el enfermo que tiene un absceso lleno de pus? Paños de agua tibia no es suficiente. Con mano firme hunde la hoja del bisturí sobre el absceso, drena el material purulento y se inicia la curación del paciente. El paño de agua tibia del veto parcial no es suficiente ni curativo. La mano firme del veto total era la primera decisión correcta para defender y proteger a los pequeños por nacer en Ecuador. Pero todavía hay remedio, si nos equivocamos en el tratamiento podemos corregir y suspender lo que está mal. Con una observación precisa del Parlamento, rechazar esta sentencia contra derecho, contra la vida y contra la Ley de Dios y de los hombres, contra la mujer profundamente herida y contra la Constitución que protege la vida humana desde su concepción. Dios, patria y libertad.
José Miguel Páez Jorquera