Salven a la juventud campesina
Deben dotar de agua para riego de los campos y ayudar a que los productos vayan directamente al consumidor, evitando intermediarios, que son los culpables de que la mercadería se ponga cara.
No se comprende que los gobiernos centrales se olvidan de la zona agraria, es la que da entradas al fisco. El Gobierno tiene que crear colegios agrarios en las principales parroquias del país y con ello la juventud no migrará a la ciudad, a donde va a buscar trabajo y no lo encuentra, abriéndose el camino más fácil: la drogadicción. Para ello tendrá que cambiar el Ministerio de Educación, que está perjudicando a la juventud estudiosa y haciendo que este gobierno fracase en esta función. Con colegios agrarios la nueva juventud se quedaría en el campo; en l actualidad no hay de estas edades laborando el campo. Los nuevos prefectos deben arreglar las carreteras de segundo y tercer orden y con ello se facilite el traslado de productos a la ciudad. También deben donar semillas con la vigilancia de técnicos de cada rama y arar técnicamente el territorio. Los concejos cantonales, solos o en unión con otros cantones, deben instalar fábricas de abono (se lo puede hacer con todos los desperdicios de los mercados, restaurantes y familias) y con ello dar trabajo a ingenieros, además de que el campesino adquirirá abono a bajo precio. Deben dotar de agua para riego de los campos y ayudar a que los productos vayan directamente al consumidor, evitando intermediarios, que son los culpables de que la mercadería se ponga cara.
Gualberto Arias Bonilla