Lo prometido es deuda: la consulta se hace

Es deber de los que saben aclarar que los militares no son enemigos de la ciudadanía ni asesinos. Son disuasivos para los delincuentes.

No puedo decir que el presidente Lasso haya alcanzado la talla de estadista, empero, hace las cosas sin despeinarse y va paso a paso por el sendero del encuentro, despejando las malezas que estorban. Vivimos en un Estado constitucional y el presidente Lasso no es un dictador que pueda hacer lo que le viene en ganas. Ecuador tiene en su memoria la forma grotesca e inconstitucional en que en tiempos atrás se realizaba la actividad gubernamental. Es verdad que la consulta popular debió ser lanzada el año pasado, no por las encuestas. El desafío que tenemos los ciudadanos de bien es empoderarnos de las preguntas y enseñar al resto de la población. La ciudadanía no entiende el para qué, el porqué de tal o cual pregunta y se puede extraviar con la negativa de los de siempre. Para ejemplo, la pregunta cuatro: existen 137 asambleístas y las próximas elecciones serán 156 de acuerdo al último censo poblacional porque somos 18 millones de habitantes. Con el cambio solo serían 120. Pregunta dos: es disuasivo para los delincuentes saber que se enfrentarían a cárceles extranjeras al ser extraditados; los privilegios sexuales, familiares y sin trabajar se les acaban.

En poco espacio no es posible hacer comprender las propuestas del presidente. En la primera pregunta se puede entender la intención de que no sea necesario cada cierto tiempo decretar estado de excepción. Debemos tener en cuenta que las FF. AA. en forma normal cooperan con la Policía: en cielos, ríos, mares y fronteras. Es deber de los que saben aclarar que los militares no son enemigos de la ciudadanía ni asesinos. Son disuasivos para los delincuentes.                                                 

Franklin Lituma Manzo