A mejorar los hospitales para curar a los enfermos

En estos momentos del coronavirus, recién escuchan las denuncias que por años hicieron los afiliados del Hospital del Seguro Social, Teodoro Maldonado, sobre la falta de asepsia de todas sus áreas, falta de insumos y los que estaban caducados.

La institución perdió todo humanismo en el anterior gobierno, que el presidente, en cadenas de TV, decía que había operaciones para los afiliados de manga gástrica, para evitar enfermedades a futuro.

El expresidente maquilló con pintura solo la parte externa del hospital y en todos los corredores había fotografías del primer mandatario.

Pero la realidad era otra, un familiar confió su vida, joven, sano, gordo (no obeso), con exámenes óptimos que garantizaban una operación exitosa. Tenía familia, hijas. En ese gobierno de tiranía se deshumanizó la medicina, el médico no podía denunciar lo que sucedía en el hospital, so pena de ir a la cárcel o perder su empleo. Si hubieran sido humanos, le hubieran dicho “compre las grapas por fuera, las que hay son de pésima calidad. No le puedo garantizar su vida”.

Mi familiar falleció porque las grapas eran de mala calidad, se abrieron y se le formó una fístula que no pudieron cerrarla.

Lo llevaron a una sala de observación, donde se había dañado el aire acondicionado. Con todo tipo de pacientes, adquirió una bacteria, que lo llevó a la muerte.

Señor vicepresidente, la asepsia debe ser total en el Teodoro Maldonado, comenzando por cambiar colchones, revisar cómo está la cocina y los baños.

Lo más importante en estos momentos son las salas de terapia intensiva y que todo el personal de limpieza haga bien su trabajo, tenga protección e implementos para una correcta asepsia.

El coronavirus ha traído dolor e impotencia en el mundo, pero también nos hemos vuelto más humanos. La vida es el don más preciado, de nada vale lo material, lo que hayamos conseguido. Para cambiar, qué mejor acción que devolver lo robado.

Laura Gómez Serrano