“La mala actitud del empleado lesiona a cualquier corporación”
El tema no es que el cliente limpie los productos en su destino, la idea es recibirlos limpios.
Una pensionista en Tokio, Japón, se quejó de un servicio con 24 mil llamadas hechas a un número gratuito del servicio al cliente. La policía tokiota detuvo a Akitoshi Okamoto de 71 años por dicha acción. La incómoda situación de la detención de la reclamante no hubiera ocurrido si el ‘call center’ de dicha empresa hubiese prestado atención y otorgado pronta solución al reclamo de la pensionista. Molestarse por algo que no hacen no retiene clientes, los ahuyenta.
Este hecho curioso me recuerda a la situación también incómoda que experimenté la semana pasada, cuando me atendió una nueva cajera de un supermercado ubicado en un ‘mall’ de la ciudad. En la banda rotativa había bastantes residuos de yogur y mis productos debían pasar por ahí. Le solicité que “por favor limpiará” y ella me respondió “ni en mi casa lo hago; tranquila, si se le ensucian, los limpia en su casa”. Después accionó el botón para que la banda se mueva. Esa suciedad simplemente rodó, ensuciando los mecanismos de rodaje de la banda, deteriorando el ítem.
El tema no es que el cliente limpie los productos en su destino, la idea es recibirlos limpios. Algunos cajeros tienen para su uso una franela húmeda para limpiar casos similares, ¿por qué no todos la usan? La mala actitud de un empleado daña el esfuerzo de una empresa.
Ec.. Marysol del Castillo