Maestros relegados
Sin educadores no habría progreso, superación, desarrollo. Por eso es justo considerar un aumento a sus sueldos
El Gobierno homologó los sueldos de los policías; bien merecido. Ellos ponen en juego su vida por brindar seguridad a la sociedad; son guardianes de la vida de la población. En un rol también sacrificado pero no reconocido, están los maestros, que educan, imparten conocimientos, guían a niños y jóvenes en cultura, ciencias, moral... Sin educadores no habría progreso, superación, desarrollo. Por eso es justo considerar un aumento a sus sueldos; décadas que no se lo hace. El costo de la vida ha subido y tienen responsabilidades con su familia. A miles de jubilados no se les reconoce sus derechos, no se les paga; algunos han muerto y no recibieron lo que merecían. Con la apertura de los centros educativos, los profesores tienen que gastar de su escuálido peculio en escobas, cepillos, detergente y otros artículos para asear y tener listas las aulas para recibir a los alumnos. ¿Ese gasto les corresponde a ellos? Además deben llevar ropa adecuada para presentarse a sus alumnos dignamente e influir en su aceptación y respeto, lo que significa más gasto. No es una labor cualquiera la suya, en sus manos está la mente de niño y jóvenes a quienes deben guiar en la adquisición de destrezas, habilidades, competencias; prepararlos para la vida profesional y psicológicamente. Su labor es de gran responsabilidad. Y no solo labora las ocho horas de jornada, prepara clases, se documenta, elabora ayudas didácticas, califica decenas de tareas, muchas veces hasta tarde en la noche, y llega al salón sin quejarse a iniciar otra jornada. Señor presidente, reconozca su invalorable labor, deles un salario justo que les permita vivir dignamente.
Daniel Uyaguari Zh.