Jubilados sin pena ni gloria

¡No permita que los ancianos jubilados sigan viviendo con pena y sin gloria!

El Día Nacional del Jubilado (18 de Julio) es una fecha cuya única connotación es recordar que a ese importante personaje a diario se lo denigra e irrespeta de palabra y obra, y se apropian de sus fondos, fruto de su labor y sacrificio. El trabajo va camino a la extinción si primero no respetamos a la persona que lo realiza. Dios dijo: “Ama al prójimo como a ti mismo”, “Ganarás el pan con el sudor de tu frente” y “No robarás”, mandatos divinos que deben cumplirse a cabalidad. Inadmisible es que trabajadores que entregan casi media vida en una o varias empresas, al final no reciban sus haberes completos y tengan que rogar, mendigar y hasta hacer huelga de hambre para que la Función Judicial haga justicia, sin tener complicidad con maleantes de cuello blanco. IESS e Isspol son abanderadas por sus malas administraciones, con delincuentes enquistados en sus instituciones, “reyes del atraco” que tienen que recibir el castigo que merecen. Tantos jubilados han fallecido esperando el dinero ganado que les pertenece y que necesitan para subsistir con tranquilidad sus últimos años o curar sus enfermedades. Los maestros claman por su demorada jubilación y su merecida compensación. Los trabajadores de la Empresa Eléctrica de Guayaquil (Emelec) tienen en sus arcas el dinero guardado, amparados por un contrato colectivo que avala su pertenencia; pero se lo están disputando en interminables sesiones y el ansiado “páguese” no llega. Les han colocado el “tontómetro”. Presidente Lasso, acabe con la corrupción. ¡No permita que los ancianos jubilados sigan viviendo con pena y sin gloria!

Myrna Jurado de Cobo.