Es hora de atacar la corrupción con toda la fuerza institucional permitida
¡En Ecuador la población habla de corrupción e impunidad a gritos!
La que se da en casi todo el planeta, con participación de grandes instituciones y empresas públicas-privadas, y personajes, se expresa en modelos políticos de izquierda o derecha, y particularmente en partidos políticos de todas las corrientes ideológicas; se manifiesta en especial en la administración y poderes públicos. Es la sociedad que tenemos, pero no por ello podemos apartarnos de la lucha contra la corrupción, la cual es un modo de vida y comportamiento humano que se da en todos los niveles de la sociedad. Es una práctica social que, para los corruptos, se ha convertido en costumbre; un modo de vida de personas corrompidas, no de instituciones. Actúan delincuencialmente o colectivamente. Son personas que se han echado a perder, en estado de pudrición y perversión permanente, que aprovechan la debilidad de las leyes, de sanciones institucionales por actos de corrupción; hasta hoy no existe en el país una buena ley anticorrupción. Hay que atacarla con toda la fuerza institucional que las leyes permitan. Castigar ejemplarmente a corruptos y corruptores, con el mayor peso que permita la ley; reformar la legislación, actualizarla a las nuevas modalidades de actos de corrupción; fortalecer nuestro sistema educativo público desde los primeros niveles de enseñanza, en valores cívicos y ciudadanos, en valores morales sólidos, en responsabilidad social, honestidad, honradez y en ser un servidor público. ¡En Ecuador la población habla de corrupción e impunidad a gritos!
Ec. Mario Vargas Ochoa