El hartazgo de la gente es altísimo

Los 14 años de desgobierno de Rafael Correa y Lenín Moreno nos proyectaron hacia el abismo, marcados ambos por la ineptitud, corrupción, narcotráfico y abuso de poder. Ello tuvo un saldo desfavorable, ya que hicieron posible que nuestra nación cayera a niveles más indignos de pobreza. Es verdad que nuestros serios problemas no nacieron en estos gobiernos, pero sin duda lo que se ejecutó en ellos tuvo resultados nefastos; sobrepasaron niveles y límites hasta ese entonces desconocidos en todos los aspectos. Cómo olvidar el gobierno de Correa, donde el análisis serio fue sustituido por su risa sarcástica que tenía un solo propósito: encubrir la ineptitud, ineficiencia y el asalto a las arcas del Estado que se ejecutaban paulatinamente sin ningún pudor. Con Lenín Moreno blindado con mucho poder de la institucionalidad pública con varios años de gestión desde la Vicepresidencia de la República, continuó el latrocinio mejorado y perfeccionado desde la Presidencia. Recordar y hablar de ese pasado es doloroso pero es sumamente útil no olvidarlo para no continuar y vedarle el pasado a todos aquellos que tuvieron que ver con la creación de la tragedia que vivimos. El hartazgo de los ecuatorianos es altísimo, no tiene nombre, y el saldo de tolerancia que queda es muy poco. La ciudadanía espera resultados muy concretos en este segundo año de gestión del presidente Lasso. Enfocarse, pero ya, en la solución de los serios problemas sociales (inseguridad, desempleo, salud y corrupción) es el llamado del momento y definirán nuestro bienestar o el fracaso del Gobierno.

Ec. Mario Vargas Ochoa