Los guayaquileños debemos velar por la salud y la limpieza del entorno

Debemos los guayaquileños levantar nuestro clamor y en lugar de querer convertirla en un jardín de flores, que estamos seguros después de poco eso será también abandonado, velar por la limpieza y salud de nuestro entorno.

Todos los que vivimos en Guayaquil nos damos cuenta de que en el casco urbano ya no existen construcciones de edificios, que algunos se encuentran en desuso o en estado de mantenimiento deplorable. Esto se debe en gran parte a que la construcción actual de viviendas se da en su gran mayoría en urbanizaciones como Urdesa, Ceibos, etc., y otras en la vía a Samborondón, en la cual se construye desordenadamente, una urbanización de casas de bajo precio (con un solo plano hacen miles de ellas) al lado de otras de mejor calidad y con planos diferenciales entre ellos. Antes existía una ley que el Municipio hacia cumplir todo los años, en especial antes de las fiestas de octubre, que obligaba a edificios y en general a viviendas, a que pinten las fachadas con el objeto de dar un mejor aspecto a la ciudad, caso contrario serían multados si no lo hacían. Esto lo ha olvidado totalmente el actual Municipio y creo también del mandato anterior, ya que la mayoría de edificios se encuentran en toda la ciudad en deplorable estado de limpieza, algunos incluso desocupados y abandonados. El actual Municipio está preocupado más en pintar grandes maceteros, frases en algunas paredes, y haciendo obras que en nada realzan el prestigio y valor de Guayaquil. Debemos los guayaquileños levantar nuestro clamor y en lugar de querer convertirla en un jardín de flores, que estamos seguros después de poco eso será también abandonado, velar por la limpieza y salud de nuestro entorno.

Ing. Édgar Diminich M.