“Gestiones de recomendación”

Los que alguna vez fuimos beneficiarios de las gestiones de una tercera persona para un cargo público o privado, o para algún trámite, somos los menos indicados para condenar al tráfico de influencias, más aún en la política donde es parte del ‘show’. El que no tiene padrino no se bautiza, y el que esté libre de culpa que tire la primera piedra.

No debemos ser muy severos ni drásticos para juzgar las gestiones de recomendaciones o ‘lobbying’ (tráfico de influencias), ya que en cualquier momento podemos necesitarlos para algún favor, nombramiento o trámite. Hoy por ti, mañana por mí. No olvidemos que estamos en la casa del jabonero y el que no cae, resbala.

Miguel Ulloa Paredes