Educación en crisis

La formación y capacitación del maestro no pueden esperar.

La educación en el país sigue en crisis. Desde siempre, y nadie hace nada para que pueda colocarse dentro de estándares internacionales. Algunas instituciones particulares han logrado entrar a competir a nivel regional, otras no. Y tampoco las que más cuestan son las mejores. Muchísimos factores inciden en el descalabro de la educación pública, uno de ellos: el maestro. Se necesitan dos aspectos importantísimos para ser eficientes: formación y capacitación. Hoy no existe ninguno. El régimen anterior acabó con la formación del profesor de educación primaria. Cerró todos los institutos que formaban estos maestros para crear en Cañar una universidad que gradúe a esta clase de docentes. Fue un fracaso. Para suplir las necesidades de profesores se ha implementado un programa: Quiero ser maestro. Con seudoexámenes, cualquier profesional que “gane” este concurso ejerce la docencia. Tamaño error, pues pueden ser doctos en la parte científica de su especialización, pero no saben nada de pedagogía, didáctica, tecnología educativa, psicología del niño y adolescente, peor de técnicas y métodos de enseñanza para cada disciplina. Todos entran a trabajar por contrato, y a los dos o cuatro años de trabajo en escuelas o colegios, cuando algo han aprendido y mejorado en el trato al alumno y en el quehacer educativo, son cesados para dar paso a otras personas que entran con cero conocimientos de técnicas y tecnologías del aprendizaje. ¿Y de capacitación? No existe. El profesional hecho maestro a la fuerza no se preocupa por mejorar sus conocimientos y no tiene tiempo porque debe elaborar una serie de documentos que van a los distritos, en donde otro profesional que no sabe nada de educación, ni los revisa. Al Gobierno no le interesa la realidad del sistema educativo ni de la educación pública. En estos casi tres años ha criticado al gobierno anterior que en verdad cambió el sistema educativo hacia lo negativo. Quienes están al mando de la educación ecuatoriana, si tienen un poco de conciencia de nuestra realidad, deben comenzar a transformar todo el sistema. La formación y capacitación del maestro no pueden esperar.

Ab. Rodrigo Herrera C.