Diciembre viene con todo

Ser reactivos no soluciona el problema, los conserva y aumenta. No aceptar sugerencias gratis es pecar de orgullo tonto

El 09-oct-2021 fui a un supermercado y al momento de pagar, una persona se me acercó mucho. Ante ello le solicité por favor guardar la distancia señalada en la señalética del piso para cumplir las normas de bioseguridad. Esta persona me respondió que ya estaba vacunada y por ello no usaba mascarilla ni tampoco apestaba. Pagué mis compras y antes de salir comuniqué la novedad al encargado de Servicio al cliente, quien me dijo: “en el piso hay señalética, todo el mundo sabe del distanciamiento social; nosotros no podemos coger de la mano a los clientes para que no se peguen”. Ante tal respuesta le sugerí como solución que disponga que mientras un cliente efectúe sus pagos en caja no se acerque a otro cliente, ya que ese acercamiento de bolero se presta para mucho. En ese momento una persona que acompañaba a otra con problemas de movilidad, denunciaba que a la segunda le habían sustraído la cartera; la estrategia usada fue pedir al acompañante que baje de la percha un producto. Al escuchar tal hecho le sugerí que indique vía parlante que el único autorizado a bajar cosas es el personal que labora en dicho lugar. La respuesta del encargado fue: “hay letreros que dicen cuiden sus pertenencias; ya pues ya”. Ser reactivos no soluciona el problema, los conserva y aumenta. No aceptar sugerencias gratis es pecar de orgullo tonto.

Ec. Marysol del Castillo