La delincuencia está imparable

Al delincuente ni siquiera se lo puede tocar, pero ellos matan, ultrajan a niños, mujeres embarazadas y de la tercera edad, es por ello que es urgente tomar otras medidas y rechazar a los de ‘derechos humanos’, que ellos no respetan

Señor presidente, es el momento de que ponga mano dura con la delincuencia, por cuanto cada día va en aumento. Ello está perjudicando a la familia ecuatoriana y más que todo al turismo, que deja mucho dinero. Los establecimientos comerciales están cerrando y con ello hay más desocupación que trae miseria, y esta es palpable tanto en Milagro como en Guayaquil. Los almacenes están cerrados y en la Bahía como hay pocos compradores, asimismo están cerrando sus negocios. También es culpable la Asamblea Nacional. En lugar de estar en actos personales y más que todo de sacar a los corruptos de la cárcel, no les importa que el pueblo esté al merced del hampa. La Policía no puede actuar y observamos que le corre a los hampones, es decir, los pájaros tiran a las escopetas. Si el policía dispara y mata al delincuente, de inmediato lo manda a la cárcel los jueces y los de los derechos humanos. Es urgente cambiar las leyes y proteger al policía para que actúe como le corresponde; tenemos de ejemplo cómo hace su trabajo en EE. UU.

Al delincuente ni siquiera se lo puede tocar, pero ellos matan, ultrajan a niños, mujeres embarazadas y de la tercera edad, es por ello que es urgente tomar otras medidas y rechazar a los de ‘derechos humanos’, que ellos no respetan.

Gualberto Arias Bonilla