La Casa Rosada, una obra municipal que sí merece reconocimiento
En Guayaquil existen muchas familias, incluyendo al actual presidente, con plena capacidad de ayudar a la gente que pide limosna en las esquinas
Con gran satisfacción hemos visto la labor de la alcaldesa; consideramos que esto es lo que debería haberse hecho hace mucho tiempo. Me estoy refiriendo a la última obra de la alcaldesa: haber habilitado una edificación en la ciudadela Atarazana, la Casa Rosada, que da atención a todas las personas, sin distinción de edad o sexo, que no tienen la oportunidad de alimentarse o dar alimento a sus familias, sea por falta de trabajo o cualquier otra circunstancia que no les permita llevarlo a su hogar. En Guayaquil existen muchas familias, incluyendo al actual presidente, con plena capacidad de ayudar a la gente que pide limosna en las esquinas, la mayor parte del tiempo con sus pequeños vástagos, que no tienen la menor idea de lo que está sucediendo y por lo tanto, juegan alrededor de su madre. Es verdad que criticamos anteriormente a la alcaldesa por gastar en cosas innecesarias como pintar maceteros en diferentes partes de la ciudad o escribir en algunas paredes, la que consideramos un gasto innecesario; pero al ver su obra actual no podemos dejar de exaltar sus ideas para mejorar a nuestro puerto, sin ninguna propaganda sobre este punto. La felicitamos por su actual labor y estamos seguros de que esto es solo el punto de partida de más brillantes ideas.
Ing. Édgar Diminich