Cartas de lectores: ¡La tormenta eléctrica perfecta!

El autoabastecimiento es la mejor salida para una gran parte del déficit

Ahora sí, se viene el caos total, ¡a comprar velas! Factores: 1) el fenómeno La Niña es una realidad; habrá sequía, el estiaje de 2024 será peor y se podría adelantar. 2) Colombia ya no podrá vender su energía por la sequía; los embalses están al mínimo. Ya declararon posibles racionamientos. 3) el Ministerio de Energía y Minas desmintió que las distribuidoras eléctricas tenían fallos o mantenimientos que ocasionaban los “cortes puntuales”. El motivo es un cáncer mayor: no hay capacidad en las líneas eléctricas y en los transformadores, lo que ocasiona bajo voltaje y obliga a desconectar o racionar sectores. 4) la Ley de Competitividad Energética, mal llamada Ley Antiapagones, empeora la participación del inversionista privado en su propio autoabastecimiento. Pone obstáculo y trabas a los “convenios de excepción” que podían firmar las distribuidoras eléctricas cuando no existan redes. El esquema permitía al productor agroindustrial financiar y construir redes e infraestructura para luego devengar con sus consumos. El autoabastecimiento es la mejor salida para una gran parte del déficit. Dejar que industrias y comercio generen energía solar para su propio consumo aliviaría la inversión pública en generación, transmisión y distribución, y de paso, la ‘cargabilidad’ o capacidad de las líneas, mejorando el bajo voltaje. Un paso adicional es permitir vender energía a otros consumidores con contratos bilaterales. No se intenta vender energía a la red pública porque no hay plata. El aporte privado puede ser importante e inmediato. No hay otra opción.

Mauro Intriago Legarda