Cartas de lectores | Plan de acción

El gasto en autos nuevos para los concejales no tiene ninguna justificación

Al cumplir un año de labores al frente de la Alcaldía del Sr. Muñoz, se hizo evidente y universal el criterio de que no existía una obra, o un plan estructurado que nos indique para dónde caminamos o qué podemos esperar los quiteños de esta administración. Sensible como es el alcalde, parece que de manera inmediata se concentró en armar algo que distinga su administración, que marque cuales son sus objetivos y para dónde espera conducirnos. A los pocos días nos presentó, no sabemos por qué en gran secretismo su decisión que la podemos resumir así: 1.- Renovar el parque automotor del municipio y entregar a los concejales vehículos nuevos y de uso exclusivo. 2.- Gastar alrededor de $ 3’000.000 en publicitar las obras del alcalde.

Reflexionemos sobre estos puntos: el gasto en autos nuevos para los concejales no tiene ninguna justificación, peor en un momento en que hay tantas necesidades no atendidas. ¿No será que se pensó que con esta acción se iba a producir el contagio inmediato del ‘borreguismo’ tan útil para la conocida política de la revolución ciudadana? Parecería que la clara pero poquísima oposición a esta medida sería la excepción que confirma la regla. Conseguido el contagio borreguista, el próximo paso fue comprar un vehículo de alta gama para el alcalde; no nos oponemos, aunque el gasto sigue siendo innecesario e inoportuno, ¿pero por qué blindado? ¿No nos ha dicho el alcalde que recorre todo Quito feliz y tranquilo? Si esto es verdad, ¿será que los pocos que lo persiguen buscarán que les firme un autógrafo? En cuanto al contrato de publicidad, la cuestión es más obscura; para publicitar las obras, con las más de 36 personas que trabajan en esa área municipal es más que suficiente, porque no hay obras; la ciudad sigue destruida, los parques abandonados, innumerables obras inconclusas, etc., etc. Piensa mal y acertarás. No creemos, a estas alturas del siglo XXI en coincidencias y menos en época electoral. ¿No será acaso el inicio de una campaña publicitaria, ordenada por el prófugo de Bélgica, para las próximas elecciones? Quiteños y quiteñas, ustedes tienen la palabra.

Alberto Rosales Ramos