Cara nueva de la justicia

Sin justicia, no hay derecho. La mejor Corte de Justicia que tuvo Guayas fue la que se reorganizó al entrar a la vida democrática. En adelante se ha metido la mano en todas, careciendo de jueces independientes, elegidos sin transparencia, sino por concursos y cuotas destinadas a partidos políticos y compadre. Pocos han sido experimentados, capaces y honestos. Es hora de iniciar un cambio en la Administración de Justicia, como se intentó en años anteriores. Por eso se cometen sinnúmero de delitos por empleados y funcionarios del Estado, sumidos en corrupción e impunidad. En unos casos no hay juicios ni presos, en otros, prófugos. El primer trabajo de la Asamblea será reformar la designación de jueces, pero hasta tanto, el Consejo de la Judicatura, por el prestigio de las Cortes, puede delegar a los mejores académicos, catedráticos, jurisconsultos de las facultades de Jurisprudencia del Ecuador, que conocen la problemática, la función de aglutinar, educar, preparar, capacitar a los jueces cantonales más antiguos por un periodo de cuatro años, para que dichos jueces pasen a ser jueces provinciales; a estos últimos, por un periodo de ocho años, para que pasen a ser jueces nacionales y así sucesivamente, quienes en tribunal de selección elegirán al mejor en todos los aspectos, aprovechando ese talento humano adquirido, no como se desperdició hace pocos años. El mismo sistema para fiscales. Luego, los viejos y nuevos empleados y funcionarios que vayan a integrar las Cortes, que reciban preparación por un periodo de ocho años, y dos para ser juez cantonal. Así el concurso público de mérito y oposición entre jueces cantonales, provinciales y personal será el mejor, por haber demostrado experiencia, capacidad, honestidad, honradez, valores éticos y morales. Esos jueces no se deberán a ningún poder, ni partido político.

Jorge Arámbulo Benavides