A Gerard Piqué (35) ya no le importa lo que diga Shakira ni la prensa. El futbolista catalán se dejó ver en compañía de su nueva pareja, Clara Chía Martí, y proclamó su amor por ella a los cuatro vientos en el concierto de Dani Martín, en el Summerfest Cerdanya, en España. 

Este hecho habría provocado el enfado de la cantante colombiana, porque entre ellos existiría un supuesto pacto de no agresión tras su ruptura por el cual ambos cuidarían al máximo sus apariciones públicas pensando en el bienestar de sus hijos. 

Aunque cada uno está haciendo ya su vida por su cuenta, la idea sería mantener el tacto mínimo durante al menos un año para que esta etapa no se haga más difícil de lo que ya es.

Clara Chía Martí es una joven estudiante, doce años menor que el futbolista, que ha trabajado para él organizando eventos en su empresa Kosmos Studios. 

Shakira y Piqué no han llegado a un acuerdo por la custodia de sus hijos, Milan y Sasha, y se verán la cara en los tribunales. Fuentes cercanas a ambas familias habrían revelado que las negociaciones se han roto. Inicialmente se estableció que los pequeños deberían pasar unos días con su padre y otros con su madre. 

De hecho, con ella viajaron a Cabo San Lucas (México), California y Miami, donde la cantante tiene una mansión y es el lugar donde se especula que podría fijar su residencia próximamente con lo que él no estaría de acuerdo. Septiembre está a la vuelta de la esquina, por lo que todo indica que los menores iniciarán el curso escolar en Barcelona, con ambos instalados en la ciudad. 

Las condiciones de Piqué tampoco habrían gustado a la cantante. Ya que deberá pagarle al futbolista cinco pasajes de avión al año, en primera clase y con destino a Miami para estar con sus hijos. Además, le habría pedido 400.000 dólares para solventar una deuda que tiene en España.