
Los Fabulosos Cadillacs pusieron a bailar a la capital
La agrupación ofreció un recital junto a la banda Bacilos en el Coliseo General Rumiñahui
“Lo curioso es que antes de morir “El León Santillán” pronunció palabras/ Ante los oficiales que desconcertados miraban/ Y les dijo: “Queridos enemigos de siempre/ Hoy dejo este mundo de dolor/ Nunca se olviden/ Que el llanto de la gente/ Va hacia el mar”.
Con esos versos arrancaron los primeros acordes de “Manuel Santillán, el León”, que resonaron con fuerza en el Coliseo General Rumiñahui, en Quito. A pesar de la hora tardía, el público respondió con euforia: una explosión de aplausos, gritos y vítores marcó el inicio de una noche inolvidable.
El escenario recibió a Vicentico, el carismático vocalista de Los Fabulosos Cadillacs, acompañado por los músicos Flavio Cianciarulo —cocreador de la banda—, Sergio Rotman, Naco Goldfinger, Astor Cianciarulo y Daniel Lozano.
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Vicentico apareció con un bastón en mano, aunque lo dejó de lado varias veces durante el show, incluso animándose a bailar al ritmo de los temas más emblemáticos del grupo.
Con una trayectoria iniciada en los años ochenta, Los Fabulosos Cadillacs han dejado una huella profunda en la música latinoamericana, gracias a su singular fusión de ska, reggae, rock y salsa. Canciones como “Matador”, “Mal Bicho” y “Vasos Vacíos” son parte del ADN musical de varias generaciones, y siguen encendiendo cada escenario que pisan.
Después de presentarse en Cuenca, la banda regresó a la capital ecuatoriana dos años después de su última visita. Cientos de fanáticos comenzaron a llegar al coliseo a partir de las 21:00, ansiosos por ser parte del esperado espectáculo.
Cantar los himnos de la juventud
La velada fue sobria en palabras y rica en música. Los integrantes saludaron y agradecieron al público, pero eligieron dejar que sus canciones hablaran por ellos. El repertorio estuvo compuesto por los temas más representativos de su carrera, interpretados con la energía que los ha caracterizado durante cuatro décadas.
El concierto fue parte de la gira con la que celebran cuarenta años de trayectoria, un hito que no solo marca su vigencia artística, sino también su conexión con el público.
“Cuando arrancamos en el 84 vivíamos el presente. Jamás nos planteamos objetivos, porque en el arte trazarse metas concretas a veces no funciona. Lo nuestro fue siempre disfrutar del momento. Gozamos cada concierto: para cincuenta personas, para cien, para mil o para miles... Que ahora toquemos y aún haya convocatoria, que la asistencia sea grande, eso es un privilegio”, señaló Flavio Cianciarulo al inicio de la gira.

Tras interpretar temas como “Demasiada presión”, los músicos se despidieron del público. Eran las 11:50 de la noche. Sin embargo, los fanáticos no se movieron de sus lugares. La expectativa era clara: aún faltaba su canción más icónica, “Matador”.
Y sí, llegó. Tras una breve pausa, las luces se encendieron nuevamente y la banda regresó al escenario para desatar la euforia con ese himno generacional. La energía se mantuvo en alto con dos temas más que coronaron la noche: “Vasos vacíos” y “Yo no me sentaría en tu mesa”.
No hicieron falta novedades ni estrenos para que la velada fuera un éxito rotundo. Flavio Cianciarulo lo resumió con una sola frase: “Somos una banda de la vieja escuela: el eje principal es tocar”.
Recordar el pasado
La gira por sus cuarenta años ha sido, para Los Fabulosos Cadillacs, no solo una celebración de su historia, sino también un momento de reflexión. Uno de los hitos más significativos en ese recorrido fue la pausa que anunciaron en 2002 y que se extendió durante seis años. Aun así, siempre evitaron calificarla como una separación definitiva.
“En estos cuarenta años hubo un impasse, sí, pero jamás —y estamos orgullosos de eso— jamás dijimos que nos separábamos. Nunca fue una separación. Lo único que anunciamos fue que haríamos un parón. Desde el 84 hasta ese momento habíamos tocado sin parar, y sentíamos que necesitábamos una pausa artística”, señaló Flavio Cianciarulo.
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¿Y qué viene ahora para los Cadillacs? Aunque su último álbum fue lanzado en 2016, no descartan volver al estudio.
“Tenemos ganas de hacer algo nuevo. ¿Por qué? Principalmente porque nos gusta estar juntos, nos gusta tocar en vivo, y sentimos que todavía tenemos mucha tela para cortar”, afirmó el músico.
Los 'pequeños romances' de Bacilos
Previo a la presentación de Los Fabulosos Cadillacs, el Coliseo General Rumiñahui se llenó con la música de Bacilos, la agrupación liderada por el colombiano Jorge Villamizar. Ganadores de un Grammy y tres Latin Grammy, Bacilos es un ícono de la música latinoamericana, conocido por éxitos como “Tabaco y Chanel”, “Caraluna”, “Mi primer millón”, “Bésala ya”, entre otros.
Todos sus temas emblemáticos sonaron esa noche, coreados a viva voz por un público entusiasta que no escatimó en aplausos ni en nostalgia.

Villamizar agradeció a sus seguidores por el apoyo constante a lo largo de los años y expresó su alegría por regresar a Ecuador, un país que considera parte fundamental de su historia personal y musical.
“Ecuador siempre ha sido mi casa, y ha sido base de Bacilos”, recordó con emoción. También compartió que aquí pasó gran parte de su infancia y que sus padres aún residen en el país.
Durante el recital, Bacilos también interpretó “Enredadera”, tema de su disco más reciente, "Pequeños romances", que actualmente se encuentra promocionando en las plataformas digitales.
El cierre de su presentación llegó con uno de sus temas más emblemáticos: “Caraluna”, coreado a gritos por los fans que colmaron el coliseo.
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