Mashuta: “No nos consideramos un proyecto, sino una banda estable”
El cuarteto de rock libre lanzó su disco debut, Motel Continental. Tocarán en el Resistencia Huancavilca, este 26 de julio
Para los seguidores de la escena hardcore ecuatoriana de los noventa, el nombre Mashuta no les resultará nuevo. Se trata de una banda que en 1997 apareció en el compilado Ecuador por un mundo hardcore #2, junto a NTN, Maltrato Público, Ruido de Odio (las tres de Guayaquil) y Toccata & Bulla (de Latacunga), y que incluso llegó a presentarse en vivo.
Si bien en ese momento era un trío inclinado hacia un sonido más extremo, en su repertorio ya mostraban diferentes matices, que daban muestras de su gusto por la melodía y diferentes influencias.
El tiempo pasó y varios factores como cambios de alineación, estudios, trabajo y viajes impidieron poder continuar. Hasta que a partir de 2022, dos de sus integrantes originales, Marco Paucar y Julio Salame (guitarrista de Notoken), retoman el proyecto de manera más profesional, con una evolución a nivel musical y de producción, por lo cual Mashuta ahora constituye no solo un proyecto, sino una banda estable.
Con este objetivo se unieron a Gabriel Ávila (baterista de Notoken) y al bajista Anthony Ayora (con experiencia como productor musical e ingeniero de grabación), para retomar las ideas que habían quedado en pausa.
Desde entonces trabajaron las canciones que ahora conforman el disco Motel Continental, que presentaron en Guayaquil a fines de mayo en un concierto junto a Mamá Vudú de Ambato, que también vino con su nuevo CD, Internacional polimorfa.
Ambos grupos volverán a compartir cartel en el festival Resistencia Huancavilca, en Puerto Santa Ana, que se realizará el viernes 25 y el sábado 26 de julio, para celebrar las fiestas de fundación de Guayaquil. Ellos se presentarán el sábado, en una jornada que también incluye a las agrupaciones quiteñas Avathar y Metamorfosis, además de Wanancha Puka de El Oro y las bandas locales Petunias, TNT, Severo, Metal Factor y Ormen. Así que aprovechamos el momento para conversar con Mashuta.
Muchos grupos que en su momento se disolvieron, se han rearmado. Por ejemplo, Tuka y Mordaz de Guayaquil, Can Can y Sarcoma de Quito, solo por nombrar unos cuantos. En su caso, ¿cuál dirían que fue la motivación para volver a hacer música?
El que nace músico, muere músico. En nuestro caso, el deseo de mostrar las canciones, de tocarlas, siempre estuvo ahí, latente. Se resume en ‘darlo todo’ para que al final no haya arrepentimientos y expresar otras facetas musicales. El público escuchará el disco y decidirá. Sin embargo, para nosotros ya es importante haberlo dicho.
Llegaron a tocar en vivo en los noventa. Incluso se presentaron en el concierto de Argies de Argentina en Guayaquil, en 1999.
Aunque no lo crean, en esa época iba más gente a los conciertos.
A pesar de que no existían las redes sociales.
La comunicación era a través de volantes, fanzines, el boca a boca. Las tocadas eran menos frecuentes y en lugares de mayor capacidad. Tuvimos mucha suerte de compartir escenario en ese tiempo con Argies, Notoken, Demolición, Skalibur, Kaos, etc.
En su disco incluyen dos temas de su etapa noventera: Manco y Semáforo.
Manco está casi igual que cuando se la hizo en 1997, y era distinta al punk hardcore que tocábamos en esos días. Semáforo sí tuvo una remodelación total, desde la estructura de la canción hasta la inclusión de solos. Son canciones que evolucionaron con el sonido de la banda, la inclusión de una segunda guitarra y muchos más efectos.
¿Tienen pensado reeditar esos temas noventeros? ¿O consideran que eso ya forma parte del pasado de Mashuta?
Las canciones que incluimos en Ecuador para un mundo hardcore #2 las estamos masterizando, a fin de darle la calidad de sonido actual, conservando esa crudeza. Vamos a editar un EP para que la gente pueda comparar esa rapidez y crudeza versus el sonido actual y puedan apreciar nuestra evolución.
¿Cómo describirían o definirían su sonido actual?
Rock libre. Hay muchas influencias por parte de cada integrante. Gabriel y Julio son referentes del hardcore, pero en Mashuta son mucho más libres. Se nota en la percusión, mucho más enfocada a diferentes ritmos en lugar de priorizar la velocidad. Hay tintes de shoegaze, grunge, pop rock, rock tradicional. No estamos limitados a un género específico del rock. Las canciones surgen en los ensayos, se las deconstruye en el estudio de grabación y se las vuelve a armar en vivo.
Motel continental: entre lo análogo y lo digital
La producción de Motel Continental fue 100 % digital, pero la captura del sonido se realizó de manera análoga, usando batería grabada con metrónomo, guitarras con amplificadores de tubos y sonido noventero con micrófonos directos al DAW (estación de trabajo de audio digital, un software para grabar y editar música) de LUO Estudios, con Anthony Ayora como ingeniero de grabación.
La mezcla y ‘mastering’ estuvieron a cargo de Xavier Soto, en su estudio El Cuarto del Tiempo, en un proceso que capturó lo mejor del mundo digital y el análogo.
Como nos lo explica el baterista Gabriel Ávila, "Anthony con su experiencia nos ayudó a pulir el sonido en general. Las canciones tienen música y letra de Marco, pero la banda las pule, ensambla y mejora. Todos sabemos en qué somos buenos y qué podemos aportar. El ego no es importante aquí; el sonido y la fuerza sí. Mashuta es eso: fuerza pero con muchos riffs, melodía y ritmo".
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