El rey Carlos III ha tomado una decisión que afecta a la que hasta ahora ha sido la residencia de su hijo Harry y su esposa Meghan en Londres. Según The Sun, el monarca desalojó a la pareja de Frogmore Cottage después de que salieran a la luz las memorias del duque. De este modo, les deja sin casa en Gran Bretaña. 

El motivo que hay detrás de su determinación es el enfado que tiene con el príncipe por haber revelado intimidades de la familia. Considera que tras el Megxit y su consiguiente mudanza a Estados Unidos, ellos no necesitan esta casa. Y le ha ofrecido la propiedad a su hermano, el príncipe Andrés.

Según The Sun, “el Palacio de Buckingham emitió un aviso de desalojo al Duque y a la Duquesa de Sussex después de que el libro de Harry, 'En la sombra', en el que hizo una serie de afirmaciones polémicas contra la Familia Real, llegara a las estanterías del Reino Unido en enero”. 

Carlos ya había advertido que no estaba dispuesto a permitir que su hijo y su nuera sobrepasaran determinados límites, como criticar a su mujer, Camilla de Cornualles. Ahora, el nuevo soberano británico tiene claro que no hay motivo alguno para mantener reservada la vivienda a la pareja cuando ya tienen fijado su lugar de residencia en el continente americano.

El rey pretende reemplazar a la pareja con el también caído en desgracia duque de York, que actualmente habita en una de las residencias de mayor tamaño de la familia real. Se dice que Andrés aún se resiste a la mudanza, pero podría haber recibido las llaves de Frogmore la semana pasada. Harry y Meghan, por su parte, recibirán las pertenencias que tenían en su anterior hogar en la casa en la que habitan actualmente, en Montecito, California.

Con este nuevo movimiento, Harry y Meghan se verán obligados a abandonar la casa de campo, su único hogar en el Reino Unido, independientemente de si Andrés se muda. Frogmore Cottage es una vivienda situada en la finca Frogmore, en Windsor. Allí se instalaron Meghan y Harry tras su matrimonio, aunque las reformas duraron más de lo esperado.

El palacete consta de 10 dormitorios, -que los duques de Sussex convirtieron en cinco-. También mandaron a construir una pequeña casita privada para Doria Regan, la madre de Meghan, para que tuviera un lugar donde quedarse durante sus visitas a la familia. El Mausoleo Real y la casa del té de la Reina Victoria son otros espacios históricos que forman parte del lugar.

Llama la atención que a la decisión de Carlos III de echar a Harry a Meghan de su antigua casa lo han denominado ya el Frogxit. “Esto significa el final del tiempo de Harry y Meghan en el Reino Unido”, dice una fuente cercana a la Casa Real británica.

El 6 de mayo, Carlos III será coronado como Rey de Inglaterra. En ese acto, como se esperaba, Camilla Parker se convertirá en Reina sin exclusión alguna. Desde que Isabel II le dio su lugar, el ascenso de la británica dentro de la Casa Real ha sido meteórico.

Con la muerte de la soberana, Camilla recibió el título de reina consorte, pero no será el definitivo. Tal y como ha publicado la prensa británica, tras la ceremonia de Coronación pasará a ser Reina nada más. “En el palacio se piensa que el título de reina consorte es demasiado tedioso. Mejor que a Camilla se la conozca, simplemente, como reina”, asegura al Daily Mail una fuente cercana a la familia real. Así se alineará con las mujeres de los soberanos que la precedieron.

Esta decisión no supondrá ningún cambio en el día a día de Camilla, pero sí tendrá un gran impacto en su imagen pública, teniendo en cuenta que siempre ha sido tachada como la mala de la historia.

Después de 18 años de matrimonio, logró que se gane el corazón de los británicos. La mujer de Carlos III ha pasado de ser de la más odiada de Reino Unido a una de las más queridas. “Amable, cariñosa y cercana”, muchos aseguran que la dulzura de Camilla ha favorecido también en la imagen de su marido. 

Camilla eligió al diseñador Bruce Oldfield para vestirla en la Coronación. Fue uno de los favoritos de Lady Di y el responsable de que sea considerada todo un ícono de estilo. De hecho, ya la ha vestido en citas importantes como en la ceremonia de investidura de Guillermo y Máxima de Holanda en 2013. “Le di a Diana su glamour y a Camilla su confianza”, dijo el modisto.