Los que esperan los buses no tienen escapatoria para salvarse de la lluvia o el sol. Así se puede definir la situación de los transeúntes que suelen aguardar un carro en el paradero de la avenida Víctor Emilio Estrada y Las Monjas, justo en los exteriores de una reconocida entidad bancaria.

Los usuarios piden que se dé mantenimiento a estas estructuras que aseguran que ahora son más indispensables que nunca. “No puede ser posible que hasta eso tan esencial y sencillo se dañe y no lo puedan arreglar. Ahora que estamos con lluvias, esto se vuelve muy importante porque podemos refugiarnos del agua”, expresó Camila Bolaños, una mujer que suele tomar carro en esa calle en horas de la tarde.

“Urdesa y sus techos se caen a pedazos”, expresó muy molesto Álex Tenesaca, un hombre que labora vendiendo periódicos en la esquina de la avenida Las Monjas.

El hombre que lleva más de cinco años ejerciendo labores en el lugar cuenta que con lluvias las calles se inundan. “Nos ahogamos durante el invierno. Además, hay baches en cada cuadra, y ahora los paraderos tienen techos que dan pena”, insistió el comerciante, mientras ofrece uno de sus productos a las personas que pasan cerca de su negocio.

Tenesaca asegura que Urdesa está olvidada y pide la intervención de las autoridades. “Necesitamos ayuda urgente, queremos que vengan a arreglar el techo de este paradero y que se preocupen más por este icónico sector. Hay mucho por mejorar, ojalá seamos escuchados y nos ayuden a vivir mejor”, exhortó.