La tala del ceibo que por décadas estaba en el parque infantil del malecón de Playas ha indignado a los habitantes, que alegan que les han arrancado parte de su historia. El árbol, que ya era parte del paisaje en 1910, cuando General Villamil empezó a ser más visitado por los turistas, fue hasta ahora el sitio favorito de decenas de familias que iban en busca de esparcimiento, sombra y descanso. 

"Ese árbol fue testigo de las reuniones de amigos y de enamorados. Estoy seguro de que no hay un solo habitante de este balneario que no se haya sentado bajo sus ramas. Hoy, le han arrancado su vida. Se ha ido nuestro patrimonio", señaló Medardo Yagual, de 80 años.

"Hoy vemos con tristeza la mutilación del árbol que se lo va a terminar de tumbar para dar más espacio a la construcción de un coliseo, sin que esta acción haya sido socializada con el pueblo. Gremios turísticos, familias, comerciantes,  profesionales..., nadie supo nada sobre esta tala. El Municipio llegó y cortó, eliminó el pasado", aseguró Enrique Palma, especialistas en planificación turística y patrimonial.

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En las redes sociales se multiplican las quejas por la tala del ceibo que tenía más de 100 años. “En la legislación actual penal constituye un delito talar  una especie. Tremendo atentado. Vamos a ver ahora qué dice la Alcaldía", cuestionó el abogado Nelson Moran.

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Frente a esta situación Karen Lindao, coordinadora municipal de Medio Ambiente y Gestión de Riesgo, explicó que tras un monitoreo se determinó que el ceibo estaba enfermo y que su copa presentaba uniformidad y ramas secas, y que era un peligro porque tenía inestabilidad.

“Sus raíces que están a dos metros de profundidad, eran generadoras de humedad y con el tiempo iba a originar un asentamiento del terreno donde se levanta el coliseo. La tala del árbol no se socializó porque era un caso de emergencia”, justificó la funcionaria, quien sostuvo que la tala se dio amparado en el Código Orgánico de Medio Ambiente y la normativa que rige para estos casos.

"Se va a talar el árbol totalmente, pero se van a sembrar otros. De hecho ya se emprendió un plan de arborización urbana para el cantón", dijo Lindao.

Lo dicho por la funcionaria, sin embargo, no convenció en lo más mínimo a la población que dice que si el ceibo estaba enfermo debió dársele un tratamiento. "Se lo veía firme y verde, es mentira lo que el Municipio ahora sostiene. Lo que pasa es que los funcionarios no aman a Playas, por eso atentaron contra su historia. Somos tierra de nadie", pensó Rómulo Mejillones, también residente; que preguntó como muchos dónde está el personal de Ministerio de Ambiente para actuar en casos específicos como estos. 

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