Hay sectores de Guayaquil que continúan agobiados por proyectos u obras que no avanzan al ritmo esperado. En esta ocasión EXPRESO llegó a un tramo de una de las principales vías del suroeste, la avenida Portete, donde en el tramo de la calle 33 hasta el puente que conecta con la Rodríguez Bonín, las veredas están abiertas y los huecos ponen en riesgo tanto a moradores y conductores.

Cañas por un lado, lodo, desechos y montículos de tierra se observan en ese intervalo, de al menos cinco manzanas. Aunque el mayor riesgo es debido a las cajas de conexiones o de sumideros con insuficientes señales de advertencia y, en efecto, si alguien pone mal el pie seguramente se desploma. Pero alertan de que ya hay casos de motociclistas que han ido a parar en especies de ‘zanjas’ formadas.

Así lo cuenta Roberto Castillo, residente de la 36 y Portete y quien no soporta un día más en despertar y ver su portal con el agua estancada y barro. “También se han caído en el hueco carros. Esta obra ya va para dos años, nos dijeron que la iban a entregar en diciembre y nada. Aquí pasan ingenieros, arquitectos, trabajadores, dando vueltas, pero nunca dan solución; estoy cansado de hablar”, narra el ciudadano mientras enseña su vehículo empolvado.

Asegura que no lo puede sacar por los desniveles en la acera, debido a los trabajos, y que hasta se vio obligado a mandar a sus padres “a otra parte” porque no podían seguir aguantando estas condiciones.

En esa esquina no hay espacio para el peatón o para los que aguardan un bus que los lleve hacia el norte, mientras que en el carril derecho -abierto- se acumuló el agua de las recientes lluvias. Se trata de una ‘piscina’ gris donde, advierten, en la noche cualquiera puede hundirse debido a la escasa iluminación del lugar.

A dos cuadras, en la dinámica 38 y Portete, un propietario de un negocio aledaño, que prefirió la reserva de su identidad, dijo que sus ventas han disminuido, pues la gente prefiere no hacer malabares. “Las aceras que están abiertas, con cajas que cualquiera puede caerse y ahora con lluvia todo se ha complicado, por eso le pedimos al señor alcalde que ponga el acelerador y se termine rápido la regeneración”, añade.

En tanto, este Diario le solicitó al Municipio una entrevista con el funcionario que esté al frente de estos casos para que responda qué pasó con estos trabajos y cuándo cambiará de cara este panorama. Pero hasta el cierre de este artículo no se confirmó dicha audiencia.

Ahora bien, el miércoles 7 de febrero, en sus ya tradicionales enlaces radiales, Aquiles Álvarez, alcalde, recordó que uno de los problemas al llegar al Sillón de Olmedo (que en mayo cumplirá un año de gestión), fueron las “obras mal planificadas”.

Que hubo, sin precisar en cuáles casos o proyectos, contratistas que recibían más anticipo de lo que avanzaba la obra y que, afirmó, “por eso hay obras puntuales en Guayaquil que han estado en abandono, porque los contratistas se ‘comían’ esos recursos y no avanzaba la obra”.

En la página web de la Alcaldía hay una publicación de noviembre de 2023 en la que se señala que los trabajos de regeneración urbana en la calle Portete terminarán a inicios de enero de 2024. Que es la Fundación Siglo XXI la que está llevando a cabo “trabajos de embellecimiento en la calle Portete de Tarqui, desde la avenida Teodoro Wolf hasta el puente”, y que cuadrillas de trabajadores realizan soterramiento de redes eléctricas, de comunicaciones y semaforización.

En dicha publicación, el Cabildo aseguraba que los trabajos tenían entonces un avance del 54 % y que la culminación estaba prevista para los primeros días de enero de 2024.

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