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Guayaquil crece hacia el oeste, en medio de proyectos que los expertos los ven como soluciones "parche".CHRISTIAN VASCONEZ

Planificación de Guayaquil, más discurso que acciones

Para expertos, los proyectos de transporte y vivienda siguen la ruta de una Guayaquil improvisada En marcha, un máster plan

La elaboración del plan máster de Guayaquil no sintoniza con las acciones recientes del Cabildo: un estudio para construir una autopista hacia el nuevo aeropuerto, la proyección de una segunda fase de la aerovía sobre Urdesa o, más reciente, el lanzamiento de un nuevo plan habitacional en vía a la costa, donde se asentarán 5.200 familias.

La lista de megaproyectos que pueden resultar atractivos en la exposición de obras de Guayaquil, sin una macroplanificación que los encamine a una agenda integral de desarrollo urbano, es un error que arrastra consecuencias negativas desde la administración del exalcalde Jaime Nebot, coinciden expertos y exfuncionarios municipales.

El discurso de elaborar un máster plan para la ciudad y encauzar proyectos válidos aún está en estudios, según el ofrecimiento de la alcaldesa Cynthia Viteri.

Sin embargo, la construcción de una urbanización más en vía a la costa, sin antes tener los resultados del máster plan, no resulta tan lógico para la doctora en Arquitectura e investigadora Tereza Pérez de Murzi. Ella realizó en 2018 un estudio en el que advirtió sobre los problemas que se podrían derivar en ese sector, al no contar con una planificación macro.

“No se trata de oponerse al desarrollo hacia vía a la costa. Se trata de planificar. Hay estudios de impacto ambiental, transporte... que se deben de considerar. Incluso para saber si hay otra alternativa de desarrollo”Tereza Pérez, doctora en arquitectura, investigadora y docente.

Si se tuviera un plan, piensa María Eloísa Velásquez, arquitecta especialista en Gestión Ambiental, “seguramente se deberían ubicar programas habitacionales dentro de sectores en los que ya existen servicios básicos, pero que están abandonados”, apunta.

No obstante, Viteri asegura que sí se planifica, que este plan de vivienda está atado al plan máster de la ciudad. 

“Estamos realizando, por ejemplo, la nueva terminal terrestre de vía a la costa; el nuevo paradero multiuso de esa zona, que tiene un costo de $ 3 millones. Estamos llegando con tuberías de agua potable y alcantarillado. Todo esto está planificado”

Cynthia Viteri, alcaldesa de Guayaquil

Sin embargo, el urbanista y exfuncionario municipal Felipe Espinoza recuerda que planificar no se trata solo de dotar de servicios, sino de hacer que un máster plan se incorpore a todo ese territorio. “Más aún si se quiere plantear una política de crecimiento hacia el oeste. Han comenzado a realizar estudios de tentáculos sin prever el dimensionamiento del crecimiento que demandará el aeropuerto y las áreas de su entorno próximo”, sostiene.

Que la nueva administración municipal abrace el discurso de planificar a Guayaquil resulta acertado para David Hidalgo, experto en Planificación Urbana y Territorio. Sin embargo, sentencia, “es solo eso. Es tomar el discurso, pero mantener las acciones y la política de intervención del territorio en la ciudad de administraciones anteriores”, opina.

Un ejemplo que se suma a esta falta de planificación, recuerda Hidalgo, es Urdesa. Se refiere a la intención de crear la extensión de Guayarte, la construcción sin socialización de un parque, el anuncio de la nueva aerovía y la intención de hacer ferias en la Víctor Emilio Estrada, criticados por el Comité Pro Defensa de Urdesa en ediciones anteriores.

Otro hecho reciente fue el sinnúmero de reacciones negativas de ambientalistas que dejó la intención de construir dos túneles que atraviesen el Bosque Protector Cerro Blanco. Según indicó Viteri ayer, solo se están haciendo estudios para determinar su factibilidad.

Aun así, cuestiona Luis Alfonso Saltos, urbanista y coordinador del Observatorio Ciudadano por el Derecho a la Ciudad y Espacios Públicos, Guayaquil carece de planificaciones macro. 

“De lo contrario, en materia de movilidad, sus sistemas de transporte estarían integrados a la lógica urbana. ¿Cuál es el norte si tenemos una Metrovía que recién avanza su cuarto tramo, de siete proyectados hace más de una década, que no han sido concluidos ni están en planes?”Luis Alfonso Saltos, coordinador del Observatorio Ciudadano por el Derecho a la Ciudad y Espacios Públicos

La urbe ha vivido una transformación en el servicio de buses, ha creado corredores viales para reorganizar el tránsito, incluso en calles que no soportan su carga, como la Esmeraldas. El Cabildo lanza el discurso del transporte sostenible e inclusivo, con buses eléctricos y con rampas hidráulicas; “pero se olvidan de la integración del sistema de transporte público”, señala.

En una carta enviada a EXPRESO, el gerente de la ATM, Andrés Roche, aseguró que Guayaquil sí tiene su plan de macromovilidad. Saltos lo invita a socializarlo. “Porque la preocupación es la integración. ¿Cuál es el norte? ¿Cómo será la movilidad en 50 años? La Autoridad de Tránsito Municipal debe esa respuesta”, reitera.

Que se transparente con la ciudadanía la planificación, más allá del discurso de hacerlo, es para Saltos una forma de fiscalizar la labor municipal. Conocer si se cumple o no lo programado. Y si se atrasó la agenda, es necesario saber cuáles serán las soluciones.

La arquitecta Velásquez coincide con Saltos en que se debe transparentar e insiste en no hacer proyectos sueltos. “Entiendo que ahora la Municipalidad está trabajando con áreas de planificación. Entonces, debería esperarse a los resultados de los estudios que ha ofrecido. No se pueden hacer obras de vivienda, o tan significativas como el aeropuerto de Daular o la Aerovía, sin antes tener los resultados de los estudios. (...) Lo que veo es que, a veces, los proyectos aparecen de forma loable, pero sin un oriente”, manifiesta la experta.

La necesidad de transparentar la planificación a largo plazo de Guayaquil no le interesa solo a los expertos, sino a los barrios que integran la ciudad y que, a veces, se ven excluidos de esos procesos de participación que la ley les garantiza.

Es el caso del nuevo Comité Pro Defensa de Urdesa. El vicepresidente de esa organización, Fernando Ampuero, recuerda que hay tres oficios enviados al Municipio de Guayaquil, entre diciembre y febrero, que solicitan audiencia con la alcaldesa Viteri para socializar el plan de ordenamiento en la zona, a propósito de los recientes anuncios: Aerovía, Guayarte y peatonalización temporal. Aún no hay respuesta.

Este grupo de ciudadanos prepara actualmente su propio plan de ordenamiento. “Se supone que es el Municipio de Guayaquil el que debe hacerlo; pero tomaremos las riendas como ejemplo de participación”, adelanta Jacobo Quintero, coordinador de la comisión jurídica del comité.

Hasta mayo, todos los cabildos tienen plazo para hacer conocer su plan de ordenamiento territorial, un requisito estatal que se transparenta cada vez que se inicia una nueva administración. Guayaquil no es la única ciudad que no ha cumplido. El presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador, Raúl Delgado, advirtió ayer que muchos gobiernos locales no podrán cumplir con el plazo (ver subnota).

  • AME pedirá ampliar el plazo

El tiempo es corto y lo reconocen. En mayo termina el plazo fijado por la ley para que los municipios del país actualicen los planes de ordenamiento territorial, tiempo que a criterio del presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME), Raúl Delgado, no podrá ser cumplido. “Creemos que muchos de los municipios no podrán cumplir con uno de los requisitos, que es la actualización de los planes de ordenamiento territorial hasta mayo. Eso sería un problema por el riesgo de la revocatoria de mandato”, comentó el presidente del gremio de municipios.

Esto, según Delgado, se debe en parte a que recién en enero pasado los cabildos recibieron del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y otros frentes del Gobierno la socialización de la norma técnica.

Es por ello que el próximo lunes una delegación del gremio de alcaldes irá a la Asamblea Nacional para presentar una propuesta de reforma que modifique ese plazo y lo extienda hasta diciembre. “Esperamos que sea acogido”.

Desde la AME financiaron a 34 municipios en 2019 con 1,7 millones dólares para que estos, a su vez, puedan cubrir sus planes de ordenamiento, de uso y gestión de suelo. A la fecha, de acuerdo con Delgado, existen otros 24 municipios en proceso de financiamiento con algo más de un millón de dólares.

  • Proyecto habitacional

El plan habitacional ‘Mi casa, mi futuro’, que estará ubicado en el kilómetro 23,5 de la vía a la costa, en Chongón, será entregado en 2021. Así lo confirmó la mañana de ayer la alcaldesa Cynthia Viteri, durante la firma de la construcción del proyecto.

En el plan habitacional piloto se construirán 5.200 viviendas, que serán edificadas sobre 140 hectáreas, ubicadas en la arteria a la costa.

Según información del Municipio, se trata de viviendas unifamiliares de uno o dos pisos, que tendrán de dos a tres habitaciones, de hasta dos baños y medio, sala, comedor, cocina, garaje delantero.

Asimismo, el plan contempla una ciudadela cerrada, dotada de garita de ingreso, accesos para personas con discapacidad, control inalámbrico de seguridad, área social con piscina, canchas deportivas y gimnasio al aire libre.

El proyecto presentado tiene una oferta de tres modelos de casa: el tipo Kiara, con un terreno de 93,80 metros cuadrados y casa de dos plantas; Isabella, en un área de 93,80 metros cuadrados, también de dos plantas; y Aryana con Base, que se construirá sobre 93,80 metros cuadrados, en un solo piso.

El costo de las viviendas partirá desde los 51.000 hasta los 71.000 dólares, con cuotas de $138.

  • Algunos de los proyectos más criticados

Guayarte 2

La intención del vicealcalde Josué Sánchez de llevar la extensión de Guayarte al parque de Urdesa originó críticas dentro de esa ciudadela. Los vecinos creen que hoy el lugar de esparcimiento cumple sus funciones y reciben como una amenaza el proyecto que, dicen, pretende privatizar, otra vez, el espacio público.

Aerovía

El sistema de transporte aerosuspendido no solo dio de qué hablar porque su construcción pasa por zonas que cubren propiedades o bienes patrimoniales, también porque Guayaquil pagará 114 millones de dólares, de 134 que cuesta la obra, sin ver ninguna rentabilidad de los ingresos.

Aeropuerto

Expertos han advertido que llevar el aeropuerto a Daular puede acarrear invasiones, programas habitacionales, afectación a la naturaleza y, en definitiva, la concreción de una nueva ciudad dentro de Guayaquil, que necesitará servicios y tendrá que lidiar con la necesidad de transporte público.