Los tres meses más eternos de sus vidas. Así definen los moradores de la ciudadela Nueva Kennedy a los últimos 100 días en los que han tenido que convivir con huecos, fetidez, basura y roedores merodeando.

Los trabajos municipales iniciados en mayo anterior y que debieron estar listos en un plazo máximo de 45 días han tardado más de la cuenta y algunos se encuentran incluso abandonados, reconocen a EXPRESO decenas de familias que reclaman el abandono de al menos siete obras municipales, prácticamente ubicadas en las calles Séptima y Octava. Que la Nueva Kennedy se ha convertido en la tierra del olvido, coinciden.

“Vinieron, hicieron huecos en las calles y dejaron todo botado. Esto es un peligro para los conductores, cuyos vehículos pueden caerse en tremendos hoyos, y para los peatones que pueden hasta romperse un hueso al caer también en ellos. La luz no ayuda, no hay ni señalética, hay agua empozada. Todo es un desastre”, reclama Francisco Torres, presidente del Comité Barrial de la Nueva Kennedy.

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Un equipo de EXPRESO acudió al llamado ciudadano para constatar la gravedad del caso y confirmó el estado de vulnerabilidad en la que se encuentran los ciudadanos.

Si bien en la séptima y octava son cuatro obras inconclusas y una que están trabajando, pero la más crónica es la que está entre la Chemise y Nueva Kennedy (la más grave ). El resto de obras están en calles cercanas.

La obra más crítica es la ubicada entre el barrio Chemise y la Nueva Kennedy, en el 2do Pasaje 11. En ese punto, una cuadra entera está destruida, llena de lodo y agua verde que emana olores que no permiten estar más de un minuto sin taparse la nariz.

Para Priscila Muñoz, residente del lugar, los últimos días han sido los peores. “Es horrible convivir con los huecos y esas aguas pestilentes. Uno está incluso dentro de casa y los olores se pueden percibir. No se puede ni comer”, relató la ciudadana que vive justo al pie donde se ha formado una especie de lago verde. Muñoz cuenta que este daño ha afectado los planes de su familia. “Pensábamos ponernos un negocio en casa, pero con esto es imposible. Nos están perjudicando hasta en lo económico”, sentenció.

Debido al problema, la gran mayoría de vehículos no pueden circular por esa calle y de hecho, varios carros llevan presos todo ese tiempo en las viviendas. “Aquí hay un vecino que no puede sacar su auto porque es muy bajo y si lo hace se quedaría estancado en el fango. Imagínese vivir así por la irresponsabilidad del Cabildo. Entiendo que todo esto es culpa de la administración anterior, pero urge que la actual lo solucione. Como sea”, sentenció Luis Gordillo, uno de los vecinos que debe estacionar su carro dos cuadras lejos de su vivienda.

En la cuadra algunos otros vecinos ya tienen negocios y aseguran estar directamente perjudicados porque los clientes ya no llegan por el mal estado de la calle.

Sobre el abandono de los trabajos que se registran en la ciudad, Andrés Burbano, director municipal de Obras Públicas, aseguró en una entrevista anterior a EXPRESO que estaban al tanto de estas quejas existentes en la Kennedy, las mismas que solucionarían.

“Tenemos ciertos sitios donde nos hemos demorado más de lo previsto como es la Kennedy, pero a la ciudadanía se le ha comunicado. Estamos trabajando en las dificultades que hallamos, como por ejemplo en esas redes de aguas obsoletas con las que nos encontramos, que entonces mejor las reemplazamos”, aseguró en ese entonces.

Para saber precisamente qué pasará con los trabajos retrasados en la Nueva Kennedy, EXPRESO le consultó al Cabildo cuándo estarán todos entregados y a qué realmente respondió el retraso, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

No obstante, el pasado jueves por la noche, durante la emisión del tercer informe respecto a que cómo la actual administración recibió al Municipio; el alcalde Aquiles Álvarez detalló que las deudas que heredaron de la anterior administración llevaron a la paralización de más de 70 obras, perjudicando así la vida cotidiana de los guayaquileños. Que estaban ya trabajando en cada una, prometió. Los habitantes solo esperan que se cumpla de una manera ágil.

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A la residente Vanessa Serrano le preocupa que de haber más demoras, la situación atraiga enfermedades. “La Nueva Kennedy se ha convertido en criadero de mosquitos, roedores y otros animales que afectan a la salud de todos. Llevo más de tres meses con un agujero al pie de mi casa”, reclamó; al referirse a la obra inconclusa de las calles Luis Cornejo y Gonzalo Zaldumbide.

“Lo que más preocupa es que el 40% de los residentes son adultos mayores y se pueden caer. Estamos preocupados por el barrio. Vivimos entre nubes de polvo”, se quejó el habitante David Malagón; que ha dejado de salir a jugar y a caminar con sus hijos porque el escenario simula una selva.

“Solo salen para ir a la escuela. El expreso escolar de hecho debe recogerlos a dos cuadras de la casa. En nuestro entorno hay lodo y solo lodo...”, dijo Malagón, entre la indignación y el hartazgo.

Torres teme que los trabajos no estén listos antes de que llegue El Niño. “¿Qué pasará ahí con nosotros?”, se preguntó.

Jorge Odalis, quien habita en la calle Octava, donde el escenario es igual de deprimente por las labores inconclusas, pide dejar atrás el pasado y avanzar con la obra. “Entiendo que todo estuvo mal en la administración pasada, hubo irregularidades, plata faltante, equipo que terminó desmantelado y sin uso. Comprendo todo eso... Aun así pido que vean la forma de avanzar. Lo necesitamos de verdad. Esto no es un capricho”, indicó.

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