Con las canciones que más le gustaban, los habitantes de Nobol le dieron el último adiós a Ricardo Arturo Barzola Cruz, quien fue encontrado muerto a un costado de la vía de ese cantón, en el sector Las Pesas.

La víctima, de 34 años, fue encontrada boca abajo entre los matorrales de la transitada carretera con golpes y laceraciones. Además no tenía sus botas, billetera, celular y otras pertenecías, por lo que sus allegados y amigos sospechan que antes de quitarle la vida, lo despojaron de todas sus pertenencias.

Con el féretro en hombros, sus compañeros de la Asociación de Caballistas Tierra Santa recorrieron las principales calles de Nobol. A media cuadra antes de llegar al camposanto, los jinetes hicieron acostar a dos caballos para colocar el ataúd encima de los cuadrúpedos y realizar el homenaje póstumo a Ricardo, quien desde hace cinco años, pertenecía a esta agrupación.

La policía y la fiscalía hasta el cierre de esta edición realizaban varias pericias en el cantón Nobol, ya que el fallecido en la tarde del lunes tras participar en una cabalgata por el desfile de cantonización, estuvo reunido con unos amigos del colegio y luego desapareció, hasta que fue encontrado sin vida.

Ricardo Barzola residía en el sector Espinal del recinto Bijagual, de Nobol, junto a su esposa Natalia Herrera y sus tres hijos menores de edad.

“La partida del compañero deja un luto , ya que siempre incentivó la interculturalidad de los montuvios de la Costa, que después de cabalgar en diferentes provincias, tenemos que llorar su partida”, dijo Irma Herrera, compañera de la asociación a la que pertenecía el ahora fallecido.

Mayra Plúas confirmó a este medio de comunicación que su sobrino fallecido, durante el tiempo que perteneció a la Asociación de caballistas recibió decenas de medallas y trofeos, por sus destrezas en los recorridos ecuestres y los rodeos montuvios que se hacían en la provincia.

“El dinero que cargaba no aparece ni sus pertenencias, hasta el momento no sabemos el resultado de la necropsia de ley, porque a ningún familiar dejaron entrar a la morgue de Daule”, dijo Plúas.

“ Mi sobrino presentaba golpes por el cuello, costillas y otras partes, esto no fue muerte natural. Justicia es lo que pedimos para que su muerte no quede en la impunidad”, acotó entre el familiar, mientras dejaba a su ser querido en su casa eterna.

Levantando sus sombreros los caballistas salieron del camposanto, reclamando justicia por su amigo y compañero.