Luego de que EXPRESO publicara una nota sobre los surtidores de agua que el Municipio de Guayaquil ha colocado en la ciudad, el director de Ambiente, Bolívar Coloma, respondió —vía correo electrónico— las preguntas formuladas por este Diario al respecto.

El martes pasado, se consultó a la alcaldesa Cynthia Viteri cuál es la figura legal de este proyecto, del que forma parte la empresa Purissima y que otorga el líquido por un valor de 25 centavos.

Coloma indicó que este responde a una propuesta de Purissima y la Embajada de los Océanos que busca generar conciencia para que la gente cambie sus hábitos de consumo de botellas desechables por el ReFill (rellenar); y a difundir la ordenanza de plásticos de un solo uso aprobada por el cabildo el 2018.

Sobre por qué tiene el mismo valor que una botella de agua comprada en la calle, precisó que “lo importante no es el precio”, sino que ahora sean los ciudadanos los que decidan si comprarán agua embotellada en la calle, generando “desecho plástico luego del consumo”, o llenado un envase que lleven consigo.

Si bien Coloma no dejó claro si existe alguna retribución para el Municipio respecto a la iniciativa, advirtió que el hecho de que no sea gratis (es decir, a través de bebederos públicos, con agua directa del sistema de agua pública) nada tiene que ver con la calidad del líquido en la ciudad.

El agua que sale de las plantas de tratamiento, sostuvo, es apta para el consumo humano, según lo demuestran las normas y controles establecidos periódicamente, mediante procedimientos internos de Interagua, Emapag y la Agencia de Regulación y Control (Arcsa).

“El espíritu de este proyecto apunta a reducir la generación de botellas que se usan una sola vez y que se botan a la basura, a las alcantarillas, a los ríos y al estero”.

A decir de Coloma, Purissima hace la inversión en los equipos, en el reabastecimiento del agua y en el mantenimiento de los equipos que son de fabricación nacional, “siendo este un motivo de apoyo para emprendedores ecuatorianos”, agregó.