A causa de las lluvias, este 27 de febrero la enorme lona que cubre la zona del malecón de Playas, en donde se celebran actos artísticos y culturales, se desplomó casi en su totalidad (en un 80 %).

El percance se suscitó luego de una corta pero intensa lluvia acompañada por un fuerte viento, que provocó el desgarre de parte de la tela, la caída del mástil central y la ruptura de los tensores que la sostienen.

Marcos Osorio, un emprendedor del sector, aseguró que el viento comenzó a remecer la cubierta cerca de las 02:00, como si fuera una hamaca.

Tras esta situación, el alcalde Dani Mite dispuso que se comience a desmontar lo que queda de la lona y exhortó a los comerciantes que se encontraban en el entorno a retirarse, por precaución. Añadió que elevará al portal de Compras Públicas un concurso para reparar “de forma inmediata” este atractivo, antes de hacer una evaluación técnica de los daños.

Que desconoce cuándo podrían iniciarse los trabajos y qué tiempo tomaría todo el proceso, pero que será una prioridad, indicó.

La ciudadanía, sin embargo, se mostró incrédula al respecto. “Si hay tantas cosas que quedaron a medias, si la misma tercera etapa del malecón de Playas está paralizada, ¿qué me confirma que este arreglo se finalizará? Desde mi punto de vista, ya nos quedamos sin techo. Un raya más al tigre”, se quejó Emilia Calderón, moradora de la ciudadela Bellavista.

Stalin Parrales, administrador del malecón, aclaró que esta obra fue hecha por la Prefectura del Guayas hace ocho años, y que una empresa quiteña (cuyo nombre aseguró no recordar) estaba a cargo del manteniendo de la cubierta; pero que nunca cumplió con ese compromiso.

Aunque el espacio está destinado a eventos artísticos, los fines de semana lo ocupaban alrededor de 30 emprendedores que daban a conocer sus productos y, a la par, le daban vida al lugar. Ahora ellos serán reubicados en las aceras del malecón, lo que incrementa la queja de los peatones, que ya desde hace varios meses, como publicó EXPRESO, solicitaron al Cabildo que garantice el orden y respeto al espacio público que ellos requieren para desplazarse.