El invierno ya deja huellas en las calles y aceras de la ciudad

Su andar es lento, no solo por su edad. Doña Laura María Fuentes, de 74 años, debe ver bien por dónde camina, pues las aceras y calles de la Pradera, donde vive desde hace más de seis décadas, parecen un campo minado con huecos y baches, especialmente en la vía principal, que los une con la ciudadela Urbasur.

Con la llegada del invierno la situación se agudiza, lo que    preocupa y hasta indigna a moradores y conductores, porque saben que con las lluvias corren el riesgo de inundarse y que exista más caos en el tráfico, por la falta de mantenimiento y arreglo de las calles. Una realidad que se observa en varios sectores de la urbe, como en Las Orquídeas, donde los baches se ‘reproducen como hongos’, lo que fue publicado el pasado miércoles por EXPRESO.

“Eso es todos los años, no se preocupan de arreglar. Yo me caí dos veces en la esquina cruzando la calle, porque ahí se daña por el paso de los tráileres y camiones que entran y salen por este sector. Pedí que vinieran a arreglar y nada. Tuvo que caerse un trabajador de una empresa municipal para que arreglen, pero otra vez está dañado”, lamentó doña Laura.

Lo reafirmó su vecino Édgar Bravo, quien haciendo honor a su apellido comentó indignado que “con la alcaldesa que tenemos nunca se ha hecho mejoras de nada (en el sector). Con eso le digo todo. Aquí no ha habido mejoras en nada”.

Durante un recorrido realizado por EXPRESO se comprobó el pésimo estado en que están    algunas calles de la ciudadela, especialmente la vía que conecta a la Pradera 2 y 3, en el sur de la ciudad, así como la avenida Hugo Cortez Cadena, conocida como ‘calle ancha’, que cual zona de topos está llena de huecos. “Más de un año que están esos huecos.... En invierno se inunda, se empoza y (el agua) tapa todo lo que es aceras y veredas”, dijo Bravo en su reclamo de obras para la Pradera.

¿Pero qué sectores de la ciudad requirieron mayor atención en sus calles tras la temporada invernal del 2022? ¿La Pradera 2 y 3 están dentro de la planificación del bacheo o arreglo de calles?, ¿cuántas calles o kilómetros de vías fueron reparados el año pasado y lo que va de este 2023?, ¿cuál fue el presupuesto que se asignó para el bacheo y reparación de calles de la ciudad?, fueron las inquietudes que extendió EXPRESO al Municipio de Guayaquil, pero hasta el cierre de esta edición no llegaron las respuestas.

Y es que el sector de la Pradera no es el único que reclama por el mantenimiento de sus calles. Hacia el centro de la ciudad, arterias que soportan un alto flujo de vehículos, como la calle Esmeraldas, empiezan a mostrar deterioro en la calzada.

“Eso daña los vehículos. A veces no es posible esquivar los baches y, ¡plop!, uno cae”, expresó el conductor Carlos Vera.

El daño es visible en el tramo comprendido entre la Pedro Pablo Gómez (PPG) y la calle Ayacucho, donde se ha formado hasta un desnivel en uno de los filos. Son los buses de transporte público los que más sufren, observa Mirtha Muñoz, al apuntar al zangoloteo de una unidad que pasaba por el sitio.

Igual ocurre en las calles José Mascote y Colón, donde la calzada está deteriorándose y presenta destrozos en algunos tramos.

Hacia el suroeste porteño, quienes viven alrededor de las calles Gómez Rendón y 21 también sufren en cada invierno, por los baches que comienzan a formarse y el agua empozada que queda tras cada lluvia que cae. “Desde el año pasado están así”, manifestó una moradora al señalar la rampa construida para el paso de personas con discapacidades, que luce llena de agua y lodo, así como las tapas colocadas en la acera, desniveladas. “Ojalá se acuerden de que este pueblo también existe”, gritó desde su carro un taxista.