Son días de horror. Los secuestros se han incrementado en Guayaquil en un 40 % y a nivel nacional en un 26,8 %, comparando los datos de enero a agosto del 2020 y 2021, según las cifras de la Fiscalía General.

En el país, se denuncian en promedio 2,6 raptos por día y esto que no todos acuden a las autoridades para contar que sufrieron uno. Parte de las personas afectadas que no denunciaron por temor a ser atacadas son Jaime y Tomás (nombres protegidos). Eran las 21:00 cuando tomaron un taxi de color amarillo en las avenidas Joaquín José Orrantia y Leopoldo Benítez, en el norte del Puerto Principal.

Al parecer era un transporte seguro, cuando de pronto cerca de la ciudadela Ietel, el carro se detiene abruptamente y se suben 2 hombres con armas de fuego, los apuntan y los llevan a los cajeros para que retiren dinero. En total, los delincuentes se llevaron 500 dólares, dos celulares, dos billeteras y otros artículos de valor que las víctimas tenían.

Tomás terminó golpeado, por los nervios no recordaba la clave de la tarjeta y fue agredido; mientras que Jaime terminó con un profundo enojo, porque los delincuentes se llevaron los dólares que eran para dar de comer a sus dos hijos.

Las historias se repiten con tanta frecuencia que las víctimas sienten que viven en una ciudad sin autoridad. “Estamos hartos de los secuestros, de vivir con miedo a que nos rapten o nos maten, y de que no se arme una estrategia diferente para terminar con los niveles de inseguridad”, comentó Sebastián Luna, otro afectado a quien en un secuestro exprés lo obligaron a sacar el dinero de su tarjeta de débito, 300 dólares, parte de su quincena.

Ante las preguntas de la ciudadanía sobre por qué, si las autoridades dicen llevar a cabo un plan para frenar la inseguridad, la justificación que da la Policía es que el aumento de casos, en comparación al año anterior, se da porque el 2020 fue un año atípico por la pandemia. “Los casos bajaron en el tiempo que hubo confinamiento por el coronavirus”, dijo a EXPRESO el jefe subrogante de la Unidad de Investigación Antisecuestros y Extorsión, Óscar Salguero.

Agregó que los agentes están trabajando y prueba de ello son las bandas que se han desvinculado. Por ejemplo, tal como lo publicó EXPRESO, la Policía detuvo a siete personas en los distritos Florida, Pascuales y Modelo; que eran miembros de la banda de los Tiguerones, que se dedicaban, entre otros delitos, a cometer secuestros y extorsiones.

Los raptos extorsivos en la ciudad han aumentado, en 2020 se denunciaron 30; pero en este año crecieron a 68, de enero a agosto. Estos son casos en que se llevan a la persona y piden miles de dólares. Son diferentes a los secuestros exprés, que se efectúan generalmente a pasajeros o conductores de taxis. En estos días también fue público que unos jóvenes que vestían ropa deportiva, atacaron a un chofer y lo secuestraron para robarle el carro.

Están corriendo los días de octubre que es cuando más cuidado hay que tener, porque según las estadísticas de la Fiscalía es cuando más secuestros se dan, conforme a las denuncias reportadas en 2019 y 2020: uno por día en la urbe y tres a nivel nacional.

¿Cómo cuidarse? Romina Intriago, quien se salvó días atrás del robo, pero no de que el conductor intente tocarla, contó que tomó un taxi en la avenida 9 de Octubre, a las 18:00. Ella se dio cuenta de que el conductor llamó a alguien y dijo que “llevaba una perlita”; cuando intentó bajarse le puso seguro a las puertas. Igual, ella forcejeó y logró escapar. “Ahora tengo estrés y colapsos mentales por el miedo”, manifestó.

En Samanes se dio otro caso, pero esta vez quisieron raptar a una joven que iba caminando; ella dijo que se salvó porque unos comerciantes la auxiliaron. Alicia, la afectada, con un tono de voz de desespero, preguntó: “¿Hasta cuándo las autoridades no realizan una verdadera estrategia contra el secuestro y otros delitos que a diario se dan en Guayaquil? Nos sentimos asfixiados”, lamentó.