Ya no solo son las calles de General Villamil las que se tiñen de sangre, la arena en la que se supone deberían disfrutar las familias, también. Este 13 de octubre, dos hombres que se dedicaban a subir y bajar las pangas hacia el mar, fueron asesinados; mientras que otras tres personas resultaron heridas. 

El hecho se registró a las 07:00 en la zona conocida como El Varadero, a 500 metros del rompeolas;  y, según el relato de los testigos, los criminales llegaron en tres embarcaciones que se encontraban navegando. Una de ellas se varó y se bajaron tres hombres que se dirigieron a las víctimas y les dispararon. Una tenía un tiro en la cabeza y el otro en el pecho.

Mientras esto pasaba, desde otra embarcación les dispararon a los pescadores que estaban en la playa, cayendo heridos dos de ellos. Cometido el crimen los asesinos treparon nuevamente a otra de las pangas y huyeron con rumbo a Engabao.

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A la playa llego la policía, quien no pudo impedir que los fallecidos, el uno identificado como Nilo Flores y el otro como N.N., fueran llevados a sus domicilios, donde están siendo ya velados. Los heridos fueron trasladados al hospital básico de Playas con pronóstico reservado.

Los pescadores que se encontraban en el sitio, decidieron suspender sus faenas de pesca y regresaron a sus casas. Quienes conocían a los fallecidos dijeron que los hombres no eran pescadores, sino artesanos que se ganaban la vida subiendo y bajando las embarcaciones. En General Villamil apenas unas 30 personas se dedican a esta actividad.

“Los fallecidos era personas inocentes que no estaban vinculadas a ninguna actividad ilegal, quizás los mataron por venganza o desquite porque algunos pescadores se están negando a pagar las vacunas. Quizás los confundieron, no lo sé, pero es súper preocupante” comentó uno de los pescadores que se encontraba en el sitio. 

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Pese a lo relatado por los testigos, el  informe de la Policía señala que lo sucedido fue un asalto en alta mar cometido por 5 embarcaciones piratas, dando como resultado dos personas muertas y dos heridas. El informe también reza que la Policía fue agredida por unas 300 personas que estaban en la playa, quienes impidieron que los cuerpos se quedaran sobre la arena hasta que llegue personal de Criminalística y haga el levantamiento de los cadáveres.

El pasado 11 de octubre, el pescador Marco Antonio Muñoz fue asesinado mientras caminaba por la avenida Sixto Chang, en pleno centro de la ciudad.

Frente a esta situación, habitantes y turistas dicen tener ganas de "salir corriendo" del cantón. "Es invivible. La gente inocente está muriendo. Todo el balneario, cada rincón donde hay arena es turístico y debería ser el sitio de distracción y seguro. Hoy mataron a dos inocentes. Mañana, ¿de quién será el turno?¿De una familia? ¿De un niño? Vivir aquí es desastroso porque ni una sola autoridades está dándonos la mano o, más aún, dándole la mano al cantón para sacarla de esta crisis que atraviesa", se quejó José Reinoso, guayaquileño que tiene su vivienda en el cantón. 

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