Este viernes 18 de febrero (19h00) vuelve a rodar el balón en la LigaPro Betcris y el gramado que vivirá la intensidad de nuestro torneo será el estadio Capwell, con el choque entre Emelec y Macará. EXPRESO ha preparado un especial sobre un aspecto que está a la vista de todos fecha a fecha, pero del que se conoce muy poco sobre su tratamiento e importancia para que el espectáculo tenga el verde que todos desean.

Lejos de creer que la cancha de un estadio profesional se trata como un jardín doméstico, requiere de un conocimiento técnico de agricultura, porque el césped es un ser vivo.

En la casa del Bombillo, donde hoy inicio el torneo, este Diario conversó con Edwín Mena y Pavlov Zamora, dos de los cinco ingenieros que son parte del equipo que tiene Emelec para el cuidado de su cancha, entre esos un mecánico y su ayudante; dos especialistas de huecos y otros dos del corte.

“La cancha es como un ser humano debe tratarlo un especialista en diferentes rubros. Hay épocas diferentes, distintos tipos de hongos y enfermedades que atacan”, empieza contando Mena.

El Capwell maneja la altura del césped reglamentaria según las normas de Conmebol, eso sí, tiene un tratado especial el día del partido y antes de los partidos para conseguir mayor velocidad en el juego.

“La altura de céspedes reglamentaria de la Conmebol es entre 20 a 25 mm, eso desde hace unos dos años. Sobre el riego de aspersores, se puede regar una hora antes y se puede antes de los partido unos tres minutos antes, a jugadores y técnicos les gusta eso para que la pelota ruede más rápido y no se frena tanto, es solo un minuto. Y para mayor coloración”.

Sobre el tema de la lluvia, cuenta que “luego del partido (final vuelta 2021) ya estaba todo seco por el buen drenaje que tenemos y hay que recordar que no hubo lodo en la cancha, sí charcos de agua por la cantidad. Eso habla del buen trabajo en la raíz que tiene el césped”, agrega Zamora.

Julio Pérez ha trabajado durante 25 años la cancha de Emelec, y reconoce que “ha mejorado bastante, con la tecnología que manejamos es otro tratado en el césped. En todos mis años, el corte más difícil de hacer es el ingles, una cruz en medio y franjas cortadas en diagonal, es complicado”, cuenta.

La trabajan desde que terminó la final

Independiente del Valle tiene un equipo completo para el tratamiento de sus canchas. No solo la del estadio Banco Guayaquil, sino también las otras seis que existen en el Centro de Alto Rendimiento.

El jefe de infraestructura, Jorge Kaslin, es también el gerente del escenario deportivo. Es ingeniero agrónomo y con él trabajan seis asistentes.

Los trabajos en la cancha del estadio iniciaron un día después de la final que se jugó contra Emelec, el año anterior. Se mejoró el sistema de drenaje, debido a que identificaron zonas conflictivas, con relación a la cantidad de agua que cae al año en esa zona.

Para ello se basaron en el manual que armaron con varios consejos de la Conmebol de cuidado de canchas. El campo es de kikuyo, un tipo de césped que se adapta muy bien a la zona, tanto al clima como a la exigencia deportiva.

Para los partidos se hace el corte mínimo reglamentario. La intención es que la cancha sea muy rápida para favorecer el estilo de juego del equipo. JLV

Prepara la cancha para los tres equipos

Segundo Chacha Poalasin es ágil y detallista cuando se trata de manejar la cancha del Bellavista de Ambato. Ahora trabaja por contrato, en el 2021 se jubiló y durante 14 años fue quien mantuvo el gramado del estadio donde los tres equipos que participan en la Seria A, del fútbol profesional, lo ocupan: Macará, Técnico Universitario y Mushuc Runa.

“Venir al estadio es mi pasión, porque le tengo mucho cariño al Bellavista. El profe (Paúl) Vélez es muy amable y siempre me pedía que corte el césped en número dos, que es muy bajo, porque decía que ahí los jugadores podían correr sin problemas”.

Chacha aseguró, que, pese a que se jubiló, siempre tendrá satisfacción acudir al Bellavista. YIE

El Atahualpa estrenará un sistema de riego

Richard Miramar es uno de los tres encargados del cuidado de la cancha del estadio Olímpico Atahualpa, que está bajo la administración de la Concentración Deportiva de Pichincha. Lleva 18 años en esta tarea. Él cuenta que se hacen cortes generales, al no ser utilizada la cancha para un solo equipo.

Para este año el césped del escenario deportivo de El Batán estrenará un sistema de riego vía wifi. La obra ya está instalada, pero solo falta la entrega formal. JLV

Cuidados diarios para el Rey de Copas

Para mantener en perfectas condiciones el césped del estadio Rodrigo Paz Delgado, Liga de Quito cuenta con un equipo de trabajo encabezado por Juan Carlos Larco.

“Los cuidados son diarios, dependiendo las circunstancias de la cancha se efectúa fertilización, corrección de lastimados y riego. El corte se lo hace pasando un día”, detalla el especialista que se ha capacitado dentro y fuera del país.

Su vínculo con los universitarios lleva ya 25 años, lo que le llena de orgullo. “Pertenecer a una institución tan grande es un privilegio. Muy contentos que ahora también la selección juegue en nuestra cancha”, resalta.

Durante la pretemporada, Larco coordina con el cuerpo técnico el tamaño del césped y la humedad que se necesita, siguiendo la reglamentación de la LigaPro.

Arnulfo Mayorga lleva 20 años en el mantenimiento de la cancha alba y detalla que “se pone todo el amor y la responsabilidad para dejar en perfectas condiciones el gramado. He disfrutado de los títulos internacionales y nacionales, me siento orgulloso de ser parte de Liga de Quito”. RVF

Molleturo, el guía de la ‘tractopodadora’

“Más pronto se inunda la pista atlética que la cancha”, expresa Eduardo Molleturo. El hombre de 43 años de edad, hijo de padres agricultores, es el encargado de mantener expedita la cancha donde juega el ´Cuenquita´, equipo de sus amores, dice.

Son dos cortes para mantener la altura de la hierba, la que tiene graduada en su famosa ´tractopodadora´. El pintado y trazado de la cancha, cuenta Eduardo, lo hace una vez por semana y previo a los encuentros del elenco morlaco, su intención es convertirla en alfombra para que los muchachos jueguen y hagan los goles para la alegría de sus seguidores y aficionados, grupos con el que se identifica el ´canchero´ del estadio Alejandro Serrano Aguilar. JM

Cuida el césped como si fuera su casa

Washington Guachamín es el encargado de trabajar la ‘alfombra’ del estadio Gonzalo Pozo. Está hace 17 años y se siente feliz de aportar con su trabajo a que el Papá consiga triunfos en su casa.

“El profe Héctor Bidoglio me da la disposición del tamaño del césped, es corto para que corra más el balón. Me pide que todos los días pase el rodillo. Tenemos un sistema automático de riego”, detalló.

Es doble su satisfacción al ser una tradición familiar. “Es mi cancha, la cuido con amor. Hay que ponerle cariño a lo que uno hace”, cierra. RVF