Nacimiento
La muestra está abierta al público en el museo, de lunes a viernes.Amelia Andrade / EXPRESO

Una tradición viva en el museo

El Nahim Isaías expone nacimientos de la época colonial y otros elaborados por los artesanos. La exposición estará abierta hasta el 6 de enero

Por cuarto año consecutivo, el Museo Nahim Isaías saca varias de las piezas patrimoniales de su reserva de arte para ponerlas a disposición del público en la muestra denominada ‘Nacimientos desde la Colonia hasta nuestros días’.

Las esculturas de la Virgen y de San José cargando al Niño Jesús dan la bienvenida a la exposición, que cuenta con imágenes que fueron elaboradas en madera tallada, policromada, encarnada y en las que destacan los ojos de vidrio.

Hay también figuras de ángeles y reyes magos, además de dos obras pictóricas que no habían sido exhibidas antes: Nuestra Señora de la Luz y San José, plasmadas en óleo sobre lienzo y que pertenecen al siglo XVIII.

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Esta vez, las creaciones de la Escuela Quiteña no van acompañadas de los pequeños belenes de varios países entregados en calidad de préstamo por sacerdotes coleccionistas, como en la muestra del año pasado. Ahora hay figuras típicas ecuatorianas, elaboradas por quienes integran el Mercado Artesanal de Guayaquil.

Esta iniciativa forma parte de un trabajo de vinculación con la comunidad del museo, cuenta Cuty Espinel, responsable de este espacio cultural. En este trabajo se reflejan las artes menores o artes aplicadas de nuestros tiempos, explica.

Nacimiento
En el museo se exhiben también belenes elaborados por artesanos.Amelia Andrade / EXPRESO

Hay algunos nacimientos tan diminutos que caben en una nuez o en un huevo de codorniz. Otros son elaborados en tagua, en paja toquilla, en una concha abierta o en una caja de fósforo, con masapán o con cáscara de coco.

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Están los que tienen como fondo al Hemiciclo de la Rotonda o a la Mitad del Mundo. No están a la venta, pero permiten mostrar las habilidades de los artesanos ecuatorianos. Así continúa la tradición de los belenes, que surgió en 1223 cuando San Francisco de Asís celebró por primera vez el Nacimiento del Niño Jesús, en una cueva en Greccio (Italia).