El malestar ocasionado por vecinos ruidosos en barrios y zonas residenciales abiertas de Guayaquil, ha provocado que muchos ciudadanos busquen formas de denunciarlo. Nelson Chávez, de 56 años, habla con este Diario y menciona las denuncias que ha realizado a la Policía Nacional, a través del ECU 911, para regresar la armonía a su residencia, ubicada en Guayacanes, debido a las fiestas organizadas por moradores “que no prestan cuidado al hacer celebraciones y reproducen música a alto volumen”. 

“Creo que los jóvenes no logran entender que muchos de los que residen en estos sectores del norte son personas adultas, y que hacer ruido en las noches, afecta el sueño, y por ende la salud física y mental”, afirma.

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El ECU 911 de la Zona 8 que cubre la provincia del Guayas, informa a EXPRESO haber recibido 26.648 denuncias reportadas por escándalos y ruidos molestosos en la ciudad de Guayaquil en el 2023. Los tres circuitos donde se suscitaron con mayor frecuencia estos hechos son: Portete con 1.561 denuncias, Garay con 1.372 y Salinas con 1.365. En lo que va de 2024 han registrado alrededor de 2.861, siendo el circuito de Salinas el más bullicioso, al presentar 170 demandas.

El ciudadano que desee denunciar a un morador que afecte el buen funcionamiento de la comunidad con ruido puede hacerlo a la línea de emergencia 911 y será prontamente atendido. “Al comunicarse con nosotros se debe brindar información de manera clara, el evaluador de llamadas realizará tres preguntas básicas: ¿Cuál es su emergencia? ¿Dónde se encuentra? ¿Nos puede indicar un punto de referencia? 

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Luego de responder estas interrogantes, es importante destacar que el alertante deberá en todo momento estar pendiente de su teléfono fijo o móvil, debido a que el ECU 911 puede intentar contactarse nuevamente para solicitar información adicional”, así lo comparte la institución a través de su página web.

Mientras tanto, la Dirección de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes del Municipio de Guayaquil, en el año 2023 recibió 15 denuncias por contaminación acústica, y en lo que va del año 2024, tan solo 4. La Dirección de Justicia y Vigilancia, alega haber gestionado el año pasado solo 26 quejas, que en su mayoría fueron por escándalos en la vía pública, por fiestas, y por ruido excesivo de construcción o música. 

“En todas las situaciones mencionadas, el Municipio ha intervenido, con derivaciones a la Dirección de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes, Segura EP, Policía Nacional, o al Centro Municipal de Mediación Comunitaria “Más Paz”, dando contestación al usuario”, afirman en un comunicado a este Diario.

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El Cabildo ha intervenido en diferentes partes de la ciudad, no en sectores en específico, pero generalmente ha sido en sitios abiertos donde no existe una administración que lleve un control. 

Recientemente por el feriado de carnaval, se recordó la ordenanza de Coordinación de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Guayaquil, que dispone en su artículo 11 la prohibición y las sanciones que se aplicarán a aquellos que superen el límite de ruido establecido, penalizándolo hasta con dos Salarios Básicos Unificados (SBU), que asciende a $ 920.

La Dirección de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes, invita al ciudadano que en primera instancia se denuncie al ECU 911, y sí el problema persiste, el usuario ingrese su queja por Ventanilla Universal del Cabildo de forma presencial o virtual.

NEGOCIOS APORTAN AL CAOS

Enrique Espinoza, tiene 32 años y vive en el centro de la ciudad de Guayaquil. Sus quejas al Cabildo porteño, debido al ruido, han sido frecuentes, ya que al estar ubicado su domicilio cerca de locales comerciales, y también de instituciones educativas, que reproducen fuertes sonidos, su salud se ha visto afectada. 

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“Es impresionante la bulla que puede hacer un comedor o una tienda de electrodomésticos, solo para ganar clientes y llamar la atención, no es la forma correcta. Los sonidos intensos han afectado mi sistema nervioso, y he tenido que pedir ayuda. 

El ruido de los automóviles junto al sonido de los negocios, crean contaminación auditiva y la salud se ve deteriorada”, comparte. Asimismo, Andrés Crespo, ciudadano que vive en la Garzota, observa que los locales de comida usan grandes parlantes para emitir música y hacer propaganda de sus productos creando malestar. “El Municipio debe hacer algo con ellos para poder vivir mejor”.

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