Tres hombres, entre ellos un elemento militar en servicio activo, fueron presentados por la Policía Nacional como sospechosos de intentar robar un fusil  e irrumpir en el Fuerte Militar Manabí. El ingreso no autorizado ocurrió la noche del pasado sábado 24 de febrero, en Portoviejo, la capital provincial.

Según informó la Policía Nacional, agredieron a uno de los conscriptos que cumplía labores de guardianía  y lo dejaron inconsciente. Los sujetos ingresaron vestidos con uniformes militares con una supuesta asociación  y complicidad con un servidor militar que habría facilitado información para los fines ilícitos.

Se trata de un cabo primero de la misma brigada, que ahora es investigado por su accionar para iniciar los respectivos trámites administrativos y legales según corresponda.

Rodrigo Hidalgo, jefe policial de la Subzona Manabí, dijo que personal militar tras conocer del caso activó todos sus protocolos de seguridad, logrando evitar el robo del arma y procediendo a la aprehensión de los tres ciudadanos.

Asimismo, se realizó una supervisión de las bodegas de material bélico de las unidades militares y la denuncia correspondiente para sustentar legalmente lo suscitado. Pero no se informó si había armas desaparecidas y cuántas eran las que hacían falta.

A los sujetos, a quienes se les investigará una supuesta relación con un grupo delictivo, se les encontró como evidencias un fusil calibre 5.56 y un revólver calibre 38. La audiencia de flagrancia estaba prevista realizarse la tarde de este domingo en la ciudad de Portoviejo.

Estos ciudadanos podrían ser procesados por delitos contra estructuras del Estado. En efecto, el artículo 351 del Código Orgánico Integral Penal, denominado infiltración de las zonas de seguridad, establece que “la persona que se introduzca injustificadamente en zonas de seguridad, cuyo acceso al público ha sido prohibida, será sancionada con pena privativa de libertad de seis a dos años.

Asimismo, podrían enfrentar otros cargos por la agresión que propinaron al servidor militar para irrumpir en la infraestructura militar. En un comunicado difundido en redes sociales, el Ejército ecuatoriano señaló que esto se trata de un hecho aislado y que iban en contra del honor y de la seguridad nacional.

“Serán censuradas en estricto cumplimiento a las normativas administrativas disciplinarias, como las judiciales correspondientes”, se lee en el texto.

Las Fuerzas Armadas complementan las tareas de seguridad de la Policía Nacional tras la declaratoria de conflicto armado interno, que tuvo una vigencia de 60 días y ahora se extendió por 30 días más.

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