El sube y baja presidencial

El sube y baja presidencial

La indecisión se nota en los números. La variación también. La encuesta de CMS que ha servido como termómetro político desde octubre pasado, y que entregó a EXPRESO sus cifras más recientes ayer.

La indecisión se nota en los números. La variación también. La encuesta de CMS que ha servido como termómetro político desde octubre pasado, y que entregó a EXPRESO sus cifras más recientes ayer, las últimas que verán la luz antes del apagón legal previsto para mañana, muestra en el papel lo que se adivina en las tarimas:

Lenín Moreno cae. Pero no tanto. Con un arranque nacional al borde del 30 %, el candidato del partido de Gobierno termina con un desempeño, diez días antes de las urnas, de 26 %. Su descenso lo aleja, según esta medición de Santiago Cuesta, de la ventilada victoria primera vuelta. Su nivel de aceptación es el más homogéneo de los ocho. Y, salvo en Manabí, su trinchera, donde alcanza un 34 %, en todo el país mantiene su promedio.

Guillermo Lasso sube. Pero tampoco tanto. Su porcentaje nacional lo hace mantener una segunda posición, diez puntos por detrás de Moreno. El candidato de CREO, que ha dedicado incontables días a girar por el país, levantó vuelo del 11 al 16,3 % en la campaña, con destacada mención en el Oriente, donde, por ejemplo en Napo, doblega dos a uno los números oficialistas con un total de 36 %.

Su segundo puesto es solo batido en Guayas, por la socialcristiana Cynthia Viteri, quien termina la medición con un crecimiento considerable hasta el 17 % en su provincia y trinchera. Sin embargo, el conteo nacional la desplaza hasta un incómodo 11 %.

El resto de candidatos mantiene, en estas mediciones, cifras de un solo dígito. Esto incluye a la candidatura del general Paco Moncayo (ID), cuya expectativa de competir con fuerza en su natal Pichincha, siempre según esta muestra, se ha diluido al 8 %, tres puntos por arriba de su alcance nacional final.

A una semana del cierre de campaña, poca variación cabe esperar con los indecisos reducidos a dos de cada diez ecuatorianos.