
Sofia Caiche libre para amar nuevamente
Los pechos de Sofía Caiche (36) pusieron en aprietos a la producción de EXPRESIONES. Durante sus recientes vacaciones en Europa, la actriz de La Trinity (Ecuavisa) aumentó 30 libras y estas se fueron a las caderas y especialmente a los pechos. Para evitar algún exceso en las imágenes, se cuidó cada detalle: la ropa y hasta las poses. Poco a poco ha perdido peso, está nuevamente sola (sin Roberto Posligua o Robert Charlie) y lista para iniciar hoy las grabaciones de la telenovela. Confesó sentirse nerviosa por sus declaraciones...
¿Y su pareja?
Esta es la parte más difícil de la entrevista (suspira). Admito, para que no especulen, que ya no estoy con Roberto. Decidí terminar la relación, ya hace algunos días. Le deseo lo mejor, es un buen chico. Ahora solo somos buenos conocidos.
¿Razones de ese rompimiento?
No compaginamos en algunas cosas. Él tiene algunas metas y sueños que cumplir. Lo dejé ir para que los pueda hacer realidad. Por amor lo dejé ir. Necesito otras cosas. No sé dónde está ahora, me imagino que se encuentra en el país. Es pastor de jóvenes, servía en una iglesia. En los ratos libres componía, le interesa grabar sus canciones. Le pedí que vuele con sus propias alas. Es menor a mí con ocho años.
¿Él le dio un anillo de compromiso en París?
En España conocí a los padres y en París me dio el anillo. Esa prenda está guardada.
¿Cómo lo tomó?
Aceptó mi decisión. No hay terceras personas, siempre me respetó y es un buen hombre. No deseo que lo continúen involucrando conmigo si lo ven en algún lado. No hay resentimientos.
¿Considera que tiene mala suerte en el amor?
No lo veo así. Soy muy creyente, seguramente Dios tiene otros planes para mí, que ahora no los entiendo. Tal vez más adelante reciba mi recompensa, o me quiere sola por un tiempo para que sane las heridas de mi corazón. Como estoy trabajando ‘a full’, no hay tiempo para nada.
En estos momentos de su vida, ¿cuál es su pareja ideal?
Un hombre mayor, maduro, divorciado, que tenga sus hijos grandes, con ganas de formar un hogar y esté cansado de farrear y farandulear.
“Solo mis pechos pesan 8 libras”
¿A qué se debió su aumento de peso?
Después de 20 años de trabajar sin parar, hice un alto. Dije que iba a comer lo que me provoque, sin pensarlo dos veces. Soy una hormiga, superdulcera. Subí 30 libras y se fueron a los senos. Hasta noviembre pesaba 138 libras. Ya estaba pasadita. Mi peso es 130. Ahora estoy en 145. Durante el viaje conocí 26 ciudades. Deseaba quedarme dos meses en Europa, pero regresé porque debía presentar la tesis para graduarme como comunicadora.
¿Qué está haciendo para quemar esas calorías?
Estoy castigada. Aunque no lo crean, no soy de mucho comer. Mi mayor problema son los dulces, mi reto es decir no a un chocolate, a un pedazo de torta... Dejé el arroz, tomo mucha agua y practico ejercicios en casa. Estuve seis meses ausente de pantalla, me desaté... Tengo derecho (risas), no soy perfecta.
Varias veces ha dicho que quiere reducirse los pechos, pero no lo hace realidad.
Yo odio mis ‘chichis’ y mi sueño es tener dos bolitas como una niña de 12 años. Con el paso del tiempo me han crecido. Mis senos son naturales. Mis abuelas, mi mamá y mis tías son ‘chichonas’. Recién a los 18 desarrollé, cogí cuerpo y me comenzaron a crecer. Luego del nacimiento de mi primer hijo (Piero) ocurrió algo similar. Ni siquiera uso sostén, llevo top para que las aplaste. Si me pongo sostén me llegan hasta las amígdalas. He hablado con los doctores para operarme. Solo mis pechos pesan ocho libras, me asusté cuando lo supe.
¿Pero se opera o no?
Quiero otro hijo y por ello no lo he hecho. Si a los 38 no lo tengo, entonces sí me opero y cierro la fábrica. Piero está a punto de cumplir 15 y Renata tiene 7. Soy hija única, por este motivo deseo una familia grande. Yo jugaba con las muñecas y la niñera.
En ‘stand by’ la política
Usted incursionó en la política. ¿Quedó en el olvido?
Está en ‘stand by’. Sí deseo volver a la política porque me gustó. Si se da la oportunidad lo haré, quiero servir. Estoy interesada en hacer una maestría en Administración Pública a distancia en España o Argentina. Es importante prepararse.
Una mujer mayor
Por primera vez en Ecuavisa...
Así es. Su metodología de trabajo es diferente. Es un canal muy organizado, con horarios y son muy estrictos. Muy diferente a TC, donde estuve 15 años. Allá son más flexibles. Aunque no he sido impuntual, llego media hora antes para dar una buena imagen. Me estoy portando bien. El elenco ha estado recibiendo talleres, leyendo libretos, ensayando con cámaras... El 5 (hoy) se inician las grabaciones y terminaremos a fines de noviembre.
Muchos creen que tocan el cielo con las manos porque llegan a esa empresa.
Es un buen canal. Solo TC, Gama y Ecuavisa están haciendo producciones y por lo que he visto en esta empresa tiran la casa por la ventana. Invierten. En TC, no tanto.
Sin Fernando Villarroel (Periñón) esta era la oportunidad. Él no quería trabajar con usted.
No tengo problemas con nadie. Algunas veces me llamaron de Ecuavisa, entonces no acepté porque estaba estable en TC. El dinero no lo es todo. Quiero hacer carrera en este canal. Dios dirá. Soy una persona que sabe trabajar bajo presión. Tengo horario de entrada, no de salida. Estoy acostumbrada a eso, cuando se ama lo que se hace no se mide el tiempo. Con mi trabajo me saco el estrés y salgo de la realidad.
¿Cómo se dio el ‘coqueteo’ con este canal?
Recibí una llamada de José Romero, de parte de Paco Cuesta. Me hicieron la propuesta y me interesó. Todo fue muy rápido. Ya no quería más viajes, además queda poco de la liquidación de TC. Con esos ingresos viví estos meses y pagué deudas.
¿Con qué sorprenderá a su público?
No soy la protagonista. En esta ocasión interpretaré a una mujer cincuentona (Mayensi) con muchos giros en la historia. Luciré mayor.
¿Le complica hacer papeles de mujeres mayores?
No tengo rollo con la edad, no la oculto. Tampoco soy una mujer de 15 años. Las actrices tienen que estar dispuestas a dar vida a los personajes que se les presenten. Mayensi es sexy y tiene un hijo grande. Son seis meses de trabajo ‘a full’.