Susana Sotomayor, propietaria de la cadena de hoteles Salinas (Santa Elena), en el balneario del mismo nombre, considera que el sector hotelero es el de mayor resistencia ante las adversidades que ha sufrido la actividad turística desde la época de la pandemia. Para la empresaria, a la desatención del Ejecutivo por la falta de incentivos para mejorar la actividad turística, en Salinas se suma la competencia desleal y desigual de hospedajes que operan al margen de la ley. “Ofertan servicios con precios que casi es imposible competir, como ellos no pagan impuesto, dan todo barato. Ante este escenario nos ha tocado ajustarnos en condiciones extremas, en muchos casos con balances negativos”, expresó Sotomayor.

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Los descuentos en combo están entre las estrategias para mantenerse vigentes. En los hoteles de Sotomayor hay descuentos hasta el 20 % a grupos familiares, también si los huéspedes pernoctan por tres días, solo pagan por dos.

En Ballenita, el empresario Douglas Dillon realizó varias innovaciones en su negocio de hospedaje y restaurante, por ejemplo, acondicionó un faro que ahora funciona como mirador, en donde los visitantes puedan observar especies marinas. En el local de Dillon también funciona un museo, donde se exhiben restos de buques marinos, allí se han hecho cambios en las galerías para mostrar más piezas encontradas en el mar. Además, se ha acondicionado un área para la presentación de cantantes en vivo. “Hacer mejoras en todos los servicios ha sido primordial para que el negocio perdure, las transformaciones han sido necesarias y es el resultado positivo que ahora tenemos”, refirió Dillon, quien con sus vecinos ha creado grupos de seguridad para erradicar los hechos delictivos en el área.

Para darle tranquilidad a los turistas ante el incremento de la delincuencia en la Península, en balnearios como Libertador Bolívar y Montañita, los comuneros han creado brigadas de seguridad locales que están integradas por moradores de los dos citados lugares. Los custodios han sido entrenados por elementos policiales. “La comunidad aporta con una contribución económica voluntaria para la compra de implementos (chalecos, toletes y equipo de comunicación). Así hemos logrado bajar los índices delincuenciales”, indicó Pedro Barzola, quien lidera uno de los grupos de guardias comunitarios.

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En el cantón Playas, en la provincia del Guayas, el gremio de bares y discotecas apela al ingenio para conseguir y mantener sus clientes. Carlos Encalada, junto a otro socio, adelantará sus presentaciones artísticas en su discoteca para las horas de la tarde. Además, el cliente que pague su entrada la primera noche y va la noche siguiente ya no pagará; y si el grupo consume más de una docena de cervezas, recibirá una gratis. “Así sobrevivimos en este estado de crisis y de tantos estados de excepción que se han dado y creo que se seguirán dando”, dice el dirigente turístico.

Carmela Vizuete era dueña de un bar, pero ante tantas restricciones en la noche, cambió de negocio e instaló un comedor, en el que le va “más o menos”. Reconoce que su fuerte era el negocio del bar, “pero hay que sobrevivir”, dice la mujer, de 30 años, con dos hijos que mantener. “Ojalá los estados de excepción terminen para volver a reabrir mi bar”, acotó.

El alcalde Gabriel Balladares se reunió el pasado 28 de marzo con los servidores turísticos del cantón Playas, en cuya cita le plantearon que ante los estados de excepción y la inseguridad, los eventos que se programen para el feriado de Semana Santa se los realice en la tarde, tal como se lo hacía antes. “Todos tenemos que unirnos, Ministerio de Turismo, GAD municipal, Cámara de Turismo, hoteleros, para que Playas, sea una potencia turística... Se van a promocionar paquetes turísticos visitando directamente las provincias de la Sierra y Oriente (Amazonía), mostrándoles nuestras artesanías, paisajes y gastronomía, para que el turismo de la Sierra centro nos visite, especialmente en su época de vacaciones que comienza en julio”, dijo el alcalde.

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A puertas del feriado de Semana Santa, la Cámara de Turismo mantiene esperanzas de los días de asueto. “Estamos optimista por el feriado de Semana Santa, porque todo el mes de marzo ha llegado mucho turismo, pero después no sabemos qué vendrá, si los estados de excepción van a seguir o no”, dice Richard Nelson, presidente del gremio, quien comentó que el turismo llega, pero se queda solo una noche, “porque no hay alternativas de distracción nocturna; tampoco en tiempos de crisis podemos ofrecer precios bajos, para que haya más huéspedes, tenemos que sobrevivir con lo que hay”.

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