Con la cancha a favor. Un ambiente de camaradería fue la tónica el 24 de mayo de 2023 durante el Informe a la Nación del presidente Guillermo Lasso en la Plataforma Gubernamental, ubicada en el sur de Quito.

Escenario contrario al que pudo vivir el mandatario y sus colaboradores si el acto se desarrollaba en la Asamblea Nacional, si es que los ahora exlegisladores no se encargaban, antes de la disolución, de censurarlo y destituirlo.

Sí hubo asambleístas en la rendición de cuentas, pero aquellos que fueron parte de la Bancada Ecuador, antes denominada Bancada del Acuerdo Nacional (BAN), afines al gobierno de Lasso que ocuparon las últimas tres filas del pequeño auditorio.

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No fueron los únicos. A poco de que inicie la alocución de Lasso arribó la expresidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, de Pachakutik, que se ubicó en las butacas más cercanas al escenario, confirmando la buena relación con el presidente que fue lo que le valió, en su momento, la remoción del cargo.

También se hizo presente el exlegislador del Partido Social Cristiano (PSC), Javier Ortiz, quien saludó como uno más a los integrantes de la fugaz Bancada Ecuador y se sentó junto a ellos.

El exasambleísta por Esmeraldas dejó la disciplina socialcristiana a pocos días del inicio del juicio político al mandatario, argumentando que les querían obligar a adherirse a pronunciamientos por la destitución de Lasso, algo con lo que no estaba de acuerdo. Sus excoidearios hablaron de ‘compra’ de conciencias.

Otras funciones y organismos del Estado también estuvieron representadas. El Consejo Nacional Electoral (CNE) con la presidenta Diana Atamaint y el vicepresidente Enrique Pita; Carlos Riofrío, por la Contraloría General del Estado; Fausto Murillo, por el Consejo de la Judicatura, en lugar de su presidente Wilman Terán.

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Tampoco se vio por el auditorio a la fiscal general del Estado, Diana Salazar, o al recién electo presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), Alembert Vera.

En los exteriores de la plataforma se ubicaron varias vallas de seguridad controladas, unas, por miembros de la Policía Nacional y otras por las Fuerzas Armadas (FF. AA.).

Algunos ciudadanos que llegaban a hacer trámites al edificio en el que funciona el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Registro Civil, el Servicio de Rentas Internas, entre otras dependencias, no sabían que ahí sería el evento. Solo pedían que les permitan hacer sus diligencias.

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Ese ambiente de distensión hizo que, poco a poco, las medidas de seguridad en torno al evento vayan bajando su intensidad, aunque no así el cordón de seguridad del presidente Lasso, que estuvo conformado por varios integrantes de la Escolta Presidencial.

Al interior del auditorio, la expectativa mayor de los simpatizantes se centró en que, en alguna parte de su discurso, el presidente anuncie que se inscribirá como candidato para las elecciones extraordinarias de agosto próximo.

Y aunque hubo gritos de ¡viva la democracia! Nadie se atrevió a lanzar la típica arenga para estos casos de ‘reelección’. En al menos dos ocasiones, hubo aplausos de pie para el presidente.

Sin embargo, el discurso ambiguo del presidente, con un llamado a la unidad de por medio, dejó en el aire la definición de si correrá en los comicios que se avecinan para completar su período de cuatro años.

“Para el binomio presidencial, nuestra prioridad es el presidente de la República. He hablado personalmente con él. Le he dicho que para la militancia de CREO y los ecuatorianos es la prioridad, porque tenemos que concluir el mandato y así será. El presidente está dirimiendo aquello”, dijo el ministro de Inclusión Económica y Social y actual presidente del movimiento CREO, Esteban Bernal.

Esa decisión se tomaría hasta el viernes 26 de mayo, en tanto que las listas de aspirantes a asambleístas estaba previsto que se terminen de conformar el 24 de mayo.