Deslaves y caída de rocas desde las laderas hasta las carreteras, provocadas por las lluvias; socavones generados por la fuerza de los ríos; enormes grietas y fisuras por falta de cuidado, mantiene a la Red Vial Estatal (RVE) del país en enfermedad constante.

De acuerdo a un informe del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), entregado a EXPRESO, en Ecuador se han identificado 1.129 puntos críticos de carretera a nivel nacional, es decir, tramos en los que su paso está parcial o completamente cerrado por lo inaccesible o por el peligro que significa para los conductores. 

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Entre los puntos más afectados, indica el documento, están el intercambiador vía a Jadán (paso lateral de cuenca) - y vía a Cumbe-Girón, en la provincia del Azuay; la ‘y’ de Narupa - límite provincial Napo; El Coca (‘y’ vía de Los Zorros) - Dayuma, en la provincia de Orellana y Viche - Quinindé, en la provincia de Esmeraldas.

Los más perjudicados son los conductores, quienes por cada caída en los baches gastan de 200 hasta 300 dólares. Un mal que se repite hasta en semanas continuas, menciona a EXPRESO Carlos García, dirigente de Transportista de la provincia de Esmeraldas. “Hacemos un flete con material pesado por 200 dólares y resulta que por los baches se nos dañan las llantas y gastamos hasta 300”, lamenta.

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El dirigente menciona, además, que no es solo la vía Viche -Quinindé. “En la carretera a Esmeraldas tenemos 24 puntos críticos, por los que sufrimos todos los días los transportistas. Esmeraldas le da la principal materia prima al país, pero tenemos de las peores carreteras. La vía Esmeraldas-Atacame-Tonchigue-Chamanga-Pedernales ya mismo se colapsa”, destaca.

Los tramos mencionados por el MTOP están contemplados para ser solucionados en los seis primeros meses de este 2024. Para todo este año, detalla esa cartera de Estado, cuenta con un presupuesto de 139’113,858,87 dólares para la ejecución de trabajos de construcción, rehabilitación, ampliación, mantenimiento y conservación vial, así como el contingente para emergencias viales y elaboración de estudios técnicos. 

“Incluye los trabajos de control de deslizamientos en taludes, reparación y construcción de puentes, obras de drenaje, asfaltados, bacheos, reconstrucción de cunetas y señalización”, especifica esa cartera de Estado.

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Sin embargo, la cantidad presupuestada no es suficiente para el MTOP, cuyo ministro, Roberto Luque, se reunió el jueves pasado con representantes del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, para obtener un préstamo para solución vial.  

Otro de los tramos fuertemente afectados es la vía Alóag- Santo Domingo que, según informa la Prefectura de esa provincia de los Tsáchilas, su circulación permanecerá cerrada hasta finales de este mes tras sufrir con las fuertes lluvias del pasado fin de semana, caída de enormes rocas y tierra.

Un punto vial con antecedentes, en los que han quedado incluso vehículos sepultados con conductores dentro. Solo por este tramo circulan normalmente un promedio de 10.000 vehículos, cuya recaudación en los peajes deja al mes un aproximado de 600.000 dólares.

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Otro de los puntos, que si bien el Gobierno, aseguró que estaría habilitado para diciembre pasado con la instalación de un puente bailey de 45 metros de longitud y que aún no se puede abrir por completo al paso, es el puente vehicular sobre el río Marker en el cantón El Chaco, de la provincia de Napo, el que por la creciente del río está en constantes derrumbes desde hace más de un año y que, como otros puntos críticos, aún no se le da solución. 

Un promedio de más de 1.000 vehículos transitan por este paso que conecta Sucumbíos, Orellana, Napo y Pichincha.

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