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Todo queda en familia

Expertos coinciden en que la desintegración familiar hace que muchos jóvenes tomen el camino equivocado de la delincuencia

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El 28 de septiembre, los hermanos Villacís Araujo fueron asesinados en la ‘Peni’. Sus familiares no podían con tanto dolor.Jimmy Negrete / EXPRESO

“Aunque tú seas un ladrón y aunque no tienes razón, yo tengo la obligación de socorrerte. Y por más drogas que uses y por más que nos abuses, la familia y yo tenemos que atenderte. Sólo quien tiene hijos entiende que el deber de un padre no acaba jamás”. Es parte de la letra de ‘Amor y control’, canción interpretada por el panameño Rubén Blades.

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Y precisamente esta melodía que cuenta la desgracia de dos familias podría asemejarse al dolor y suplicio que el pasado 28 de septiembre embargó a Daniel Villacís Bastidas, cuando en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil corroboró que tres de sus cuatro hijos, Deiby, Darwin y Jonny Villacís Araujo, quienes guardaban prisión en el Centro de Rehabilitación Social de Varones N.º 1, la ‘ Peni’, engrosaban la lista de muertos en la peor masacre carceleria ocurrida en el país y que dejó 119 reclusos asesinados.

Diez días después de este hecho, el crimen de Ángel Sánchez Miranda, de 37 años,    en el suroeste porteño, presuntamente a manos de su propio hijo, con quien habría mantenido una rivalidad por pertenecer a organizaciones enemigas, sobresaltaba a una sociedad hastiada por la ola de homicidios registrados en Ecuador y que supera en un 82 % a los ocurridos en 2020. Hasta el viernes, 2.049 personas habían sido asesinadas.

Otro suceso que también causó conmoción fue el ocurrido el 5 de noviembre pasado en el sector de la Juan Montalvo, en el norte de la urbe. Aquí la víctima fue un chico de 16 años. Dos meses antes, y de la misma forma, murió su tío, José Fernando Ramírez Olvera, a manos de sicarios. Ambos presuntamente se dedicaban al expendio de droga. El padre del adolescente desde 2018 está detenido por la misma causa: tráfico de sustancias sujetas a fiscalización.

¿Pero qué pasó en el hogar de la familia Villacís Araujo para que todos sus descendientes varones se descarriaran y terminaran presos? ¿Qué modelo de vida le dio Ángel Sánchez a su hijo, a quien no le habría temblado el pulso para dispararle y acabar con su vida? ¿Quién le dio el mal ejemplo al muchacho asesinado en la Juan Montalvo: su padre o su tío?, ¿o ambos?

Este Diario buscó la opinión de expertos, de la Policía y de un representante de la Iglesia católica para dilucidar estas interrogantes. Los consultados concluyen que las carencias, la desintegración familiar y la falta de amor y control son los factores que conllevan a que muchos jóvenes se conviertan en delincuentes.

El psicólogo y máster en Criminalística y Ciencias Forenses Segundo Romero hace un análisis    del comportamiento de la familia en la sociedad y afirma que la personalidad se forma en el hogar, y que los niños y adolescentes casi siempre tratan de emular lo que hacen sus padres o sus mayores.

SUCESOEl pasado 20 de agosto, en el Guasmo Sur de Guayaquil 25 tiros acabaron con la vida de Jonathan Castillo Caicedo. Según la policía, el crimen fue ordenado por un familiar. La motivación: disputa de territorio.

“Si ve que su familia se involucra en delitos como el robo, la venta y el consumo de droga y más, si hay reforzadores como las películas o las narconovelas que engrandecen a los jefes de las bandas, él verá esto como un estilo de vida. En el caso del joven que mató a su padre, seguramente su progenitor no era una figura paterna, más bien lo veía como un opositor. Quizás fue un padre castigador, abusador y de conducta agresiva”, menciona.

El presidente del Colegio de Sociólogos del Guayas, Andrés Martínez Arrata, señala que lamentablemente existe una desintegración familiar, y que en la actualidad se han perdido los valores, la moral, la empatía, y el amor propio y al prójimo.

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“En el caso del padre con cuatro hijos delincuentes, falló el entorno y todo se hizo una cadena. Lamentablemente el mal ejemplo se irradió en toda la familia y no hubo una fortaleza para poner un alto. El señor no buscó la ayuda de un experto para saber cómo actuar. Y si lo hizo, ya era tarde”, sostiene.

El arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Luis Gerardo Cabrera, expresa que a muchas familias les da lo mismo ir al templo o no ir, y piensan que a través de las redes sociales se pueden comunicar con Dios. “No hay tiempo para comer juntos, para dialogar, para conversar. Necesitamos de la presencia de Dios para salir adelante. Es sorprendente conocer que hay niños que desde los seis años comienzan a consumir droga y a los 11 o 12 años ya son reclutados por bandas criminales para delinquir o convertirlos en sicarios”, manifiesta.

Y como dice el músico panameño en otra estrofa de su canción, “cuánto control y cuánto amor tiene que haber en una casa, mucho control y mucho amor, para enfrentar a la desgracia”. Y precisamente, esos son los valores que se necesitan para que nuestros jóvenes dejen de ser los protagonistas de la violencia en las generaciones futuras.

  • ALERTAS Y RECOMENDACIONES

¿Cuáles son las alertas que hay que tener en cuenta para saber que dentro del hogar existe una ‘oveja negra’? Romero y Martínez indican que cuando comienzan a perderse las cosas, cuando un hijo miente por justificar alguna situación, sin tener empleo llega con ropa nueva, se aleja de la casa sin decir a dónde va, cambia su estado anímico y se torna agresivo e impaciente, es señal de que algo malo está pasando y lo recomendable es hablar con esa persona y preguntarle directamente.

Romero agrega que por lo general este tipo de familia no reconoce que se ha caído en la delincuencia, y por consiguiente no tiene deseo de recuperación, por lo que es necesaria la intervención del Gobierno, “pero se deben fomentar políticas de educación en los establecimientos. La recuperación familiar es un proyecto a largo plazo, pero cuando hay más de dos o tres miembros contaminados es difícil recuperarlos, porque siempre uno de ellos seguirá inmerso en delitos”, acota.