La terapeuta, Érika Sánchez realiza actos individuales a mujeres desde los 15 años.

Psicodanza, el baile como terapia

La danza se fusiona con la psicología y se convierte en terapia. El tratamiento sirve como catarsis en los pacientes

A 4.327 kilómetros de Ecuador, la tangoterapia y el psicotango, son toda una revolución. Justo en Argentina. Allá, estas disciplinas favorecen a cientos de pacientes con Parkinson y también con cardiopatías, gracias a sus aportes en aspectos como la motricidad, la coordinación y la psicología.

Quienes las practican están seguros de que son “calmantes” y, quienes las enseñan destacan entre sus logros el desarrollo de la memoria muscular, además de generar empatía con afines, confianza y más seguridad.

En Guayaquil no estamos lejos de estos beneficios. La psicodanza ya es una realidad y tres mujeres son las exponentes de la que podría ser “la cura del futuro”. ¿El fin? Activar el cuerpo, la mente y las emociones. No importa de quién.

Una de ellas es Alejandra Heredia, psicóloga de 27 años y fundadora de Psicodanzare, quien explica que no se trata de aprender a bailar. Su técnica incluye un conjunto de movimientos libres que son capaces de provocar una catarsis (una experiencia purificadora de las emociones humanas). “Cada cuerpo tiene un ritmo y ayudamos a encontrarlo”, añade.

Las sesiones son tres. En la primera se conoce al paciente, conversa e identifica su problema. La segunda incluye los movimientos corporales bajo las indicaciones de la psicóloga; y, la tercera se resume a la expresión de los sentimientos a través de un test o un círculo de palabra, a través del cual se evalúa al paciente y con ello la eficacia del tratamiento.

La música juega un papel fundamental dentro de esta actividad y los ritmos van desde los más relajantes hasta los pasillos y sanjuanitos. Todo dependerá del mal a tratar. Las canciones escogidas, por ejemplo en las clases con adultos mayores, pueden cerrar “duelos no resueltos” o “recrear algunos recuerdos”.

Por 12 dólares, Heredia ofrece diferentes temáticas de psicoterapia. Entre estas bailar al ritmo de la música sujetando una hoja de papel. La hoja no se puede arrugar, ni botar al suelo. ¿En qué ayuda? “A Reconocer que los seres humanos somos vulnerables y a sobrellevar esa debilidad”, señala.

Magaly Llumipanta, por su parte, lleva dos años trabajando con Idou, su escuela dedicada al público infantil. Ella se enfoca en la disciplina positiva y motiva a los niños a que desarrollen sus habilidades y distraigan del día a día, a través del arte.

Antes de las clases. Los padres y la maestra llenan una ficha de información sobre el pequeño, identifican sus problemas y también las expectativas que tienen sobre él. ¿Cómo son sus clases? Una de las actividades es moverse de manera similar a un animal y, de esa forma lograr que conozcan su cuerpo y cómo funciona, a través de la expresión. Sus pacientes han padecido desde déficit de atención hasta daños físicos y, las terapias se realizan en una hora, dos veces a la semana, por 45 dólares.

El público femenino también puede acceder a la combinación del baile y la psicología. Para ello está Érika Sánchez, quien realiza clases grupales solo para mujeres, con el único fin: utilizar el movimiento y la relación de equipo como herramienta terapéutica para el proceso creativo, el autoconocimiento, la integración emocional, social, intelectual y física.

Así es como la danza pasa de su función de entretener, a convertirse en una herramienta curativa, incluso para personas con dificultades motrices.

La risoterapia

La fundación Narices Rojas, una organización ecuatoriana con tres años de vida en Guayaquil, realiza anualmente talleres como ‘Tallerisa’. ¿Su fin? Brindar una serie de ejercicios sobre risoterapia, dirigidos a todo el público con el objetivo de desintoxicar emocionalmente mediante la risa a las personas, para que tengan una vida plena.

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